sábado, 5 de diciembre de 2015

¿Qué necesitamos para pensar más y mejor?

Por Galdino Enríquez Antonio

En su libro, “Un sitio en la cumbre”, el escritor oaxaqueño, Félix Cortés Antonio, señala que “la mente se desarrolla pensando, no hay otro camino; aunque técnicamente, leer no es pensar, es fuente óptima de los mejores pensamientos.”
Considerando esta afirmación, la lectura favorece en gran manera al desarrollo de los mejores pensamientos, pero no es lo que en primera instancia necesitamos para pensar más y mejor.
Para que la mente se desarrolle de manera satisfactoria, necesita de pensamientos. Alguien podría suponer un trabajo filosófico, pero es más sencillo de lo que creemos. Para poder pensar de manera óptima se requiere de palabras. Sí, palabras, términos, vocablos, conceptos. Por lo tanto, necesitamos enriquecer nuestro vocabulario; conocer y usar una multitud de términos técnicos y comunes.
Los medios de comunicación hacen uso regular de 1,000 a 1,200 palabras en su vocabulario. Es difícil encontrar palabras muy rebuscadas en los diarios o revistas que llegan al público en general. Es por ello que existen programas para aprender a hablar algún idioma, con al menos 1,000 palabras de uso común en dicho idioma; así, los aprendices puedan comunicarse fácilmente. 
                               Leer “Faltarle al respeto a los libros”, en: http://institutokng.blogspot.mx/2015/08/faltarle-al-respeto-los-libros.html
Sin embargo, el número de palabras que debe usar una persona normalmente es de 1,500. Se estima que un educando que gradué del nivel básico, domina al menos este número de términos o conceptos. Y conforme avance en sus estudios, enriquecerá aún más su vocabulario.
Los profesionistas promedian entre 3,000 y 5,000 palabras en su léxico. Esta es la razón por la que no entendemos algunos términos usados en una entrevista con un médico, arquitecto o psicólogo, por ejemplo. Su riqueza lingüística es distinta a la del público en general.
Leer “Velocidad de lectura: ¿lenta o rápida?” en: http://institutokng.blogspot.mx/2015/09/velocidad-de-lectura-rapida-o-lenta.html
Los que tienden a especializarse en alguna rama en su área de estudio, nos sorprenden por sus conocimientos y facilidad para explicarnos las cosas. Ocurre muchas veces que los catedráticos universitarios nos dejan boquiabiertos o sencillamente no entendemos lo que exponen en clases. Esto último podría ser una explicación de los niveles considerables de deserción en los primeros semestres de la preparatoria o en la universidad. El lenguaje del alumno es muy distinto al lenguaje del catedrático.
Un renombrado escritor decía que un verdadero amante de las letras, alcanza a tener un vocabulario de hasta 10,000 términos. ¿Cuántos términos tienes en tu vocabulario y haces uso cotidiano de ellos? ¿Cuántas palabras nuevas incluyes cada día a tu vocabulario? ¿Cuándo fue la última vez que leíste (no como una acción de consulta) el diccionario como si fuera libro más?

viernes, 4 de diciembre de 2015

Lecturas con propósito

Por Galdino Enríquez Antonio

En una de las clases que recibí en mi etapa universitaria, el catedrático compartió con nosotros un dato que caló hondo en mi conciencia y que aún lo recuerdo nítidamente. Era el año de 1996 y me sorprendió que la cantidad promedio de libros que leíamos como mexicanos era de apenas 0.5 libros al año. Más tarde, hacia el año 2000, poco antes de concluir mi preparación académica, escuche que ya superábamos ese dato al 100%: ya leíamos un libro por año.
En los años 2006 y 2012, se realizaron estudios que mostraron el número de libros que se lee en promedio anualmente en nuestro país: 2.9. Hoy en día se habla de una cantidad, muy superior a los que escuché en 1996: 4 libros al año. Me parece fabuloso que estemos creciendo en esto.
Con frecuencia se aconseja a leer lo que sea. Que leamos novelas, cuentos, historietas, periódicos, ciencia. En resumen, lo que tengamos a nuestro alcance. Difiero un poco sobre esta recomendación. Considero que debería leerse con propósito. No descarto el valor que tiene muchos de los textos que circulan en nuestro derredor. En las estadísticas mostradas en el 2006 acerca de la radiografía de la lectura en México, señalan que se lee principalmente por compromisos académicos, y conforme pasan los años, estas mismas personas dejan de leer.
Leer “¿Qué deben buscar los padres en las escuelas para sus hijos?”, en:
http://institutokng.blogspot.mx/2015/11/que-deben-buscar-los-padres-en-las.html  
Me sorprende el hecho que se lee muy poco sobre cómo hacer o ejercer nuestro trabajo u oficio. Imagínese que para hacer mejor su trabajo, un carpintero leyera sobre su oficio. O un agricultor fuera un buen lector sobre técnicas de cultivo, sistemas de riego, formas de aprovechamiento de abono orgánico, etc.
Te invito a realizar lecturas con propósito. Lecturas que enriquezcan nuestra actividad mercantil, industrial o de servicios. Lecturas que nos permitan mejorar el servicio que brindamos. Lecturas que nos hagan desarrollar mejores ideas y perfeccionar nuestras técnicas. Lecturas que nos vuelvan más creativos y puntuales en nuestras opiniones.
Lecturas que nos hagan excelentes choferes, magníficos cocineros, estupendos guardias, sofisticados mecánicos, maravillosos diseñadores, grandiosos trabajadores de la construcción, sorprendentes comerciantes… y por qué no, grandes médicos, maestros, empresarios, ingenieros, psicólogos, etc.
Hagamos lecturas con propósito!!!


Leer “La era de la información: ironía de vida”, en: http://institutokng.blogspot.mx/2015/10/la-era-de-la-informacion-una-ironia-de.html  
Leer “La importancia del trabajo útil”, en: http://institutokng.blogspot.mx/2015/10/la-importancia-del-trabajo-util.html