Por Galdino Enríquez
Antonio
En una de las clases que recibí en mi etapa universitaria,
el catedrático compartió con nosotros un dato que caló hondo en mi conciencia y
que aún lo recuerdo nítidamente. Era el año de 1996 y me sorprendió que la
cantidad promedio de libros que leíamos como mexicanos era de apenas 0.5 libros al año. Más tarde,
hacia el año 2000, poco antes de concluir mi preparación académica, escuche que
ya superábamos ese dato al 100%: ya leíamos un libro por año.
En los años 2006 y 2012, se realizaron estudios que mostraron
el número de libros que se lee en
promedio anualmente en nuestro país: 2.9. Hoy en día se habla de una
cantidad, muy superior a los que escuché en 1996: 4 libros al año. Me parece fabuloso que estemos creciendo en
esto.
Con frecuencia se aconseja a leer lo que sea. Que leamos novelas,
cuentos, historietas, periódicos, ciencia. En resumen, lo que tengamos a
nuestro alcance. Difiero un poco sobre esta recomendación. Considero que debería leerse con propósito. No descarto el valor
que tiene muchos de los textos que circulan en nuestro derredor. En las
estadísticas mostradas en el 2006 acerca de la radiografía de la lectura en
México, señalan que se lee principalmente por compromisos académicos, y
conforme pasan los años, estas mismas personas dejan de leer.
Leer “¿Qué
deben buscar los padres en las escuelas para sus hijos?”, en:
http://institutokng.blogspot.mx/2015/11/que-deben-buscar-los-padres-en-las.html
Me sorprende el hecho que se lee muy poco sobre cómo hacer o ejercer nuestro trabajo u oficio.
Imagínese que para hacer mejor su trabajo, un carpintero leyera sobre su oficio.
O un agricultor fuera un buen lector sobre técnicas de cultivo, sistemas de
riego, formas de aprovechamiento de abono orgánico, etc.
Te invito a realizar
lecturas con propósito. Lecturas que enriquezcan nuestra actividad
mercantil, industrial o de servicios. Lecturas que nos permitan mejorar el
servicio que brindamos. Lecturas que nos hagan desarrollar mejores ideas y
perfeccionar nuestras técnicas. Lecturas que nos vuelvan más creativos y
puntuales en nuestras opiniones.
Lecturas que nos hagan excelentes choferes, magníficos
cocineros, estupendos guardias, sofisticados mecánicos, maravillosos
diseñadores, grandiosos trabajadores de la construcción, sorprendentes
comerciantes… y por qué no, grandes médicos, maestros, empresarios, ingenieros,
psicólogos, etc.
Hagamos lecturas con propósito!!!
Leer “Una vida acelerada”, en: http://institutokng.blogspot.mx/2015/10/una-vida-acelerada.html
Leer “La era de la información: ironía de vida”, en: http://institutokng.blogspot.mx/2015/10/la-era-de-la-informacion-una-ironia-de.html
Leer “La importancia del trabajo útil”, en:
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