viernes, 22 de agosto de 2025

Cierre el verano con éxito: 5 estrategias para que su hijo regrese a clases sin rezago

El verano es tiempo de descanso, pero también puede hacer que los niños olviden lo aprendido. Con pequeños cambios en la rutina familiar, pueden transformar las últimas semanas de vacaciones en una oportunidad para reforzar su aprendizaje sin dejar de divertirse.

Por Galdino Enríquez Antonio

Las vacaciones de verano son un merecido descanso, pero también pueden provocar que los niños olviden parte de lo que aprendieron, sobre todo en lectura y matemáticas. Este fenómeno, conocido como rezago post-vacacional, no es inevitable: con pequeñas acciones en casa, puedes ayudar a que su hijo comience el nuevo ciclo escolar seguro, motivado y sin perder lo aprendido.

1. Lean juntos todos los días

Dedique al menos 20 minutos diarios a la lectura. Permita que su hijo elija libros que le interesen, especialmente aquellos que se encuentra en la estantería familiar, visiten la biblioteca pública o la librería más cercana (GEMA Editores) y creen un espacio cómodo para leer. Leer antes de dormir es una rutina sencilla que deja grandes beneficios. Las historias bíblicas son una excelente opción de lectura.

2. Practiquen matemáticas en la vida real

No es necesario un cuaderno de ejercicios: al ir al supermercado, pídele que calcule los descuentos o el total de la compra; al cocinar, que mida ingredientes; en viajes, que calcule distancias o tiempos; guiar a papá o mamá por una ruta en la ciudad haciendo uso de una aplicación. Las opciones son ilimitadas cuando se trata de llegar las matemáticas a la vida práctica.

3. Escriban con sentido

Anímelo a escribir un “diario de vacaciones”, donde registre las vivencias graciosas, emocionantes, tristes y alegres del verano. Que escriba postales a familiares o cartas a los vecinos. Escribir los motivos de gratitud y pedidos de oración de la familia. La escritura creativa ayuda a mantener la ortografía, la redacción y la expresión personal.

4. Aprendan explorando

Visiten algún museo, parque o sitio cultural. Pueden iniciar un proyecto en casa, como plantar una hortaliza y registrar su crecimiento. En tanto brote la semilla, investigar sobre dicha hortaliza, para conocer más sobre sus características y cuidados, así como sus nutrientes y los beneficios para el ser humano. Hacer un recorrido por la naturaleza y aprender de la creación de Dios sería una buena alternativa también.

5. Usa la tecnología con propósito

Aproveche apps y plataformas educativas como Khan Academy o Aprende en Casa. Supervise su uso para que sea enfocado en el aprendizaje y no solo en entretenimiento. En la red podrá encontrar diferentes opciones de aprendizajes, como revistas y juegos didácticos.

 

No se trata de “hacer escuela en casa”, sino de convertir cada día en una oportunidad para aprender. Con actividades sencillas y divertidas, su hijo podrá regresar a clases listo para seguir creciendo en un espacio donde la fe se encuentra con la excelencia.

miércoles, 20 de agosto de 2025

¿Cómo prepararse para el regreso a clases?

Las vacaciones se van, pero llega algo aún mejor: una nueva oportunidad para crecer, aprender y brillar. En un colegio adventista, el éxito escolar no se mide solo con calificaciones, sino en cómo fortalecemos nuestro cuerpo, entrenamos nuestra mente, cuidamos nuestro espíritu y construimos comunidad.

Por Galdino Enríquez Antonio

El receso escolar ha sido un tiempo valioso para descansar, disfrutar en familia y recargar energías. Sin embargo, llega el momento de pasar la página y mirar hacia adelante con ilusión. El inicio de un nuevo ciclo escolar no es solo un cambio en el calendario; es una oportunidad para crecer, aprender y fortalecer aquello que nos hace únicos como estudiantes y como hijos de Dios.

En los colegios adventistas, el regreso a clases implica prepararnos de manera integral, atendiendo nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestro espíritu y nuestras relaciones. Aquí tienes la guía para comenzar el ciclo con propósito… y con fe.

1. Preparación Física: Cuidar el Templo del Espíritu Santo

Tu cuerpo es el vehículo que te permitirá enfrentar cada desafío académico, deportivo y personal del año.

Alimenta tu cuerpo con sabiduría: Incluye frutas, verduras, cereales integrales y proteínas saludables en tu dieta. Un buen desayuno antes de las clases es clave para mantener la concentración y la energía.

Mantente activo: No dejes que la actividad física se limite a la clase de educación física. Caminar, practicar algún deporte o simplemente moverte con regularidad te ayudará a reducir el estrés y mejorar tu rendimiento.

Descansa lo suficiente: Dormir entre 8 y 10 horas es fundamental para que tu cerebro procese lo aprendido y tu cuerpo se recupere.

2. Preparación Mental: Despertar y organizar la mente

Una mente ordenada y entrenada es más receptiva al aprendizaje.

Repasa lo aprendido: Dedica tiempo a revisar conceptos importantes del año pasado para refrescar tu memoria.

Establece rutinas saludables: Ajusta tu horario de sueño y comidas antes de iniciar las clases para que la transición sea más fácil.

Crea tu espacio de estudio: Busca un lugar bien iluminado, libre de distracciones y con todos tus materiales listos. Este “santuario de aprendizaje” te ayudará a concentrarte y ser más productivo.

Mantén tu curiosidad viva: Lee, investiga, haz preguntas y busca aprender más allá del aula. 

3. Preparación Espiritual: El fundamento de todo

En la educación adventista, la fe no es un complemento, sino el eje que integra todo lo que hacemos.

Comienza tu día con Dios: Dedica unos minutos a la lectura de la Biblia y a la oración antes de iniciar tus actividades. Esto te dará paz, claridad y propósito.

Aplica los principios bíblicos en tu vida escolar: Practica la honestidad, la paciencia, el servicio y la excelencia en cada tarea.

Fija metas espirituales: Participa en actividades de tu iglesia o en proyectos de servicio, y busca maneras de reflejar el carácter de Cristo en tus relaciones diarias.

4. Preparación Social: Construir comunidad y apoyo

La escuela es más que un lugar de aprendizaje; es una comunidad de fe y compañerismo.

Conecta con tus compañeros: Aprovecha eventos de bienvenida o encuentros previos para conocer o reencontrarte con tus amigos y profesores.

Practica la empatía y la escucha activa: Esto fortalecerá tus relaciones y contribuirá a un ambiente positivo en el aula.

Involúcrate en el servicio: Ayudar a un compañero o participar en actividades solidarias no solo beneficia a otros, sino que también fortalece tu propósito personal.

 

Este nuevo ciclo escolar es una oportunidad sagrada para crecer en todas las áreas de tu vida. Prepárate física, mental, espiritual y socialmente, y recuerda que la verdadera excelencia se alcanza cuando unimos el esfuerzo personal con la fuerza divina.

Que este año en tu colegio sea un camino lleno de aprendizajes, amistades y experiencias que te acerquen más a Dios; porque en el colegio donde estarás estudiando, la fe se encuentra con la excelencia, el éxito es solo el comienzo.