martes, 25 de agosto de 2015

Tres estrategias para trabajar con niños que presentan retraso mental

Por Joaquín Campos Galindo

Padecer retraso mental, no impide que los niños tengan logros académicos, a pesar de los inconvenientes que ello represente. Muchos de estos niños aprenden a leer; eso es fabuloso. Por lo tanto, es importante que los padres, así como los maestros, no caigan en la desesperación. Cuantiosos niños con esta dificultad, siguen aprendiendo a lo largo de la vida, aunque aparenten lo contrario.
En las terapias de aprendizaje que desarrollo con un grupo multigrado de alumnos de primaria, atiendo entre ellos a un estudiante con retraso mental. Mis lecturas sobre el tema y mis observaciones en el trabajo que realizo con mi alumno, me han permitido establecer algunas estrategias de trabajo con niños con retraso mental leve, incluso moderado.

Primero: Generar un sinfín de experiencias de vida y académicas en derredor del menor. Estas experiencias incluyen viajes largos y cortos, dentro y fuera de la entidad donde viven. Caminatas en medio de la naturaleza: bosques, montañas, a las orillas de lagos o en la playa; recolectando flores, piedras, conchas; tomando fotografías o grabando vídeos para retroalimentar la salida al campo. Visitar museos, galerías, bibliotecas, ludotecas y talleres. Asistir a eventos culturales y deportivos. Estas experiencias, ya sea tarde o temprano los recordará.
Segundo: Impulsar en ellos el trabajo manual. Especialmente aquellos trabajos que tienen que ver con los quehaceres hogareños: como las tareas de la cocina, tanto en el aseo como en la preparación de alimentos; la limpieza de la casa y del patio; que aprendan sobre el orden que debe tener la ropa en el armario y los juguetes en sus espacios respectivos; lustrar los zapatos y colocarlos en su lugar. Hay tantas cosas que hacer en el hogar, que usted le pone límites a las necesidades que tenga en su hogar.
Además de las actividades propias de la economía doméstica, están las manualidades de tejido, bordado, pintura y reciclaje. Incluso el cuidado del jardín o cuidar de un huerto en casa, son tareas que fortalecerán las experiencias del menor. Existen dependencias gubernamentales y privadas que ofrecen talleres de diversa índole. Según la edad y las características del menor, se puede elegir uno de esos talleres, considerando al que no pueda poner en peligro la integridad del niño o niña. No es solo mantenerlos ocupados, es importante que aprendan un oficio, que si ello fuera necesario, bien podrían generar algunos ingresos personales.
Leer ¿DIESTRO O ZURDO? – Primera Parte http://institutokng.blogspot.mx/2015/07/diestro-o-zurdo.html
Tercero: Realizar lecturas. Todos los tipos de lecturas son bienvenidos. Cuentos, leyendas, fábulas, novelas, poesía, etc. Leerá poco, pero deberá hacerse con frecuencia. Generará en ellos un recuerdo que no olvidarán, en un momento dado recordarán lo que ha leído y reforzarán sus habilidades neurológicas. Las lecturas sobre la naturaleza (flora y fauna, terrestre y marina), las biografías de personalidades, relatos de lugares cercanos y distantes, historia regional y nacional, crearán un abanico de experiencias en el menor. Cada lectura, ya sea académica o recreativa, fortalecerá las conexiones sinápticas en el cerebro del pequeño.
La constancia y la perseverancia darán sus frutos en poco tiempo. Pero hacer de estas estrategias un hábito, los resultados serán permanentes.

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