Existen muchos factores que propician que un niño o niña
tenga problemas de aprendizaje. Por lo tanto, no existe una o dos estrategias
que faciliten superar estas dificultades académicas. En esta entrega les
sugerimos algunas acciones que le ayudarán a comprender más a su hijo antes de
considerarlo “un bueno para nada”.
En primer lugar, debe conocer a su hijo. Muchas veces el
amor de padres nos impide ver ciertas realidades de nuestros hijos. Deberá recurrir
a las personas que conviven con frecuencia con él o ella. Académicamente lo
hacen los maestros de clases y compañeros de estudio. Pero también lo conocen
los primos y amigos del vecindario. Los tíos y abuelos del niño lo llegan a ver
también desde otra perspectiva.
En segundo lugar deberá acercarse a su hijo. Platicar con
él. Muchos niños se quejan porque sus padres no están al tanto con ellos. Se
sienten poco escuchados, desplazados y que no se interesan en ellos como
persona. A veces estas situaciones paternales aminoran el rendimiento académico
de los hijos. Darles esa atención antes que lo hagan los amigos o se refugien
en algún mal hábito, es apenas el principio de muchos cambios en ellos.
Las emociones cuentan mucho al momento de hacer las
actividades académicas. Por ello, mantener un clima hogareño óptimo, es
fantástico para los hijos. Las dificultades entre los esposos opacan mucho el rendimiento
académico. Si el divorcio se llega a dar, los más lastimados son los hijos en
más de una ocasión.
El ritmo de la vida actual, regido por la economía de mercado,
motiva a los padres a atender las necesidades materiales del hogar, castigando
en repetidas ocasiones las necesidades espirituales, psicológicas y emocionales
de los pequeños. Muchos de los esfuerzos económicos que hacemos en favor de los
hijos, muchas veces no lo comprenden como normalmente lo haría un adulto. Por
eso es importante hacer planes para pasar tiempo de calidad con ellos.
Si después de convertir al hogar en un “pedacito de cielo”,
se presentan dificultades de aprendizaje, los padres deberían ser los primeros
interesados en documentarse con literatura especializada y conocer a cabalidad la
causa neurológica, psicológica o emocional de las dificultades de aprendizaje.
El padre siempre será padre igual que la madre lo será siempre. Los maestros
son auxiliares pasajeros en la preparación académica de nuestros pimpollos.
Si después de todo esto, no hay mejoras significativas en el
desempeño académico de los hijos, será importante realizar una consulta a un
experto en la materia, que bien podría ser un psicólogo, un psicopedagogo o un
pedagogo. Ellos podrán valorar a su pequeño y establecerán estrategias a
seguir, junto con los padres y maestros del pequeño. De no ser así, deberán ser
honestos y canalizar los casos que lo requieran a pediatras especializados o neurólogos,
que sería en el último de los casos.
Leer TRES ESTRATEGIAS PARA TRABAJAR CON NIÑOS QUE PRESENTAN RETRAZO MENTAL http://institutokng.blogspot.mx/2015/08/tres-estrategias-para-trabajar-con.html
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