jueves, 29 de octubre de 2015

Una vida acelerada

Por Galdino Enríquez Antonio

De acuerdo con el relato bíblico, los hijos de Israel fueron esclavos en Egipto. En un momento dado, clamaron a Yahvé por la liberación de aquella servidumbre. Yahvé les respondió con el nacimiento de un bebé. Ese bebé, llamado Moisés, libró al pueblo de esa condición 80 años después del clamor que hicieron a su Dios. En la actualidad los cambios en la historia de los países pueden darse en meses, incluso en días, como ha ocurrido con la primavera árabe o en los procesos electorales de los países llamados democráticos.
Cristóbal Colón inicio su aventura hacia lo desconocido un 06 de septiembre de 1492, desde la isla de La Gomera, en el Archipiélago de las Canarias. Ni él ni sus acompañantes vieron algún vestigio de tierra hasta el 12 de octubre de aquel año histórico. Tuvo que pasar un poco más de un meses para que ello ocurriera. No se tuvo noticia de las tres carabelas en Europa hasta siete meses después. Hoy, se puede tomar el desayuno en América, comer en Europa y dormir en Asia. Todo en un mismo día; además reportarse en tiempo real a cualquier parte del mundo con conexión a internet.
Leer “La era de la información: ironía de vida”, en: http://institutokng.blogspot.mx/2015/10/la-era-de-la-informacion-una-ironia-de.html                      A finales del siglo pasado, era común el uso del correo postal para comunicarse con familiares y amigos. Poco tiempo después, el teléfono acortó las distancias y los tiempos, pero era un servicio con un costo elevado para muchas personas. En la actualidad, la mensajería instantánea a través de las redes sociales y las aplicaciones en los teléfonos celulares, permiten tener comunicación en tiempo real con personas que viven en lugares distantes. Los tiempos para compartir noticias e información se han acortado enormemente.
Los días en que se viajaba en carretas tirados por animales de carga o en ferrocarril, están en el recuerdo nostálgico de los adultos. El tren bala, los jets supersónicos, los vehículos que se mueven en supercarreteras, acortan tiempos y distancias. Pareciera que vivimos más a prisa, como que la vida se nos va más rápido. Sin embargo, hay cosas que no cambian, pero que olvidamos con frecuencia, por ejemplo:
Leer “La importancia del trabajo útil”, en: http://institutokng.blogspot.mx/2015/10/la-importancia-del-trabajo-util.html
El periodo de gestación del ser humano no ha sufrido cambios. Los días y los años siguen teniendo la misma duración. La levadura y el cuajo necesitan su tiempo para actuar en la harina y en la leche. Las horas que necesita el cuerpo humano para descansar siguen sin alteración alguna. El agua sigue siendo el líquido vital para la vida. 
¿Por qué entonces los niños quieren ser grandes y los adolescentes adultos? ¿Por qué hay premura por acelerar las cosas?
Queremos comida rápida, servicio exprés en la lavandería, mensajería instantánea, justicia pronta y expedita, descargas rápidas de la red; ¿querremos acaso matrimonios que duren poco tiempo? ¿Hijos que crezcan pronto y dejen el nido del hogar vacío? O ¿Qué digamos adiós a todos aquellos momentos que nos hacen felices?
Leer “Velocidad de lectura: ¿lenta o rápida?” en: http://institutokng.blogspot.mx/2015/09/velocidad-de-lectura-rapida-o-lenta.html


El autor es docente en el COCIFE y catedrático en GEUM

No hay comentarios: