domingo, 24 de julio de 2016

¿Cómo evaluar a los maestros?

Por Joaquín Campos Galindo

El examen ya no es el único instrumento de evaluación usado en las escuelas para valorar el desarrollo escolar de los alumnos. El estudiante necesita cubrir una serie de requisitos para acreditar cada una de las asignaturas que cursa. Entre estos requisitos se encuentran: asistir a clases, cumplir con los ejercicios, tareas y/o experimentos, así como investigaciones, proyectos, debates, ponencias, lecturas y demás.

Por lo tanto, al docente no debería ser calificado como apto para impartir clases únicamente por la acreditación de un examen escrito. Se requiere de una serie de elementos que han de integrar un portafolio de evidencias, que muestre su desarrollo profesional. Ocurren tantas cosas en las escuelas como para que alguien piense que no se hace mucho en ellas.

Podríamos incluir en su portafolio la producción intelectual, ya sean estos por la publicación de trabajos de investigación en revistas especializadas o compartir sus experiencias a través de artículos, ensayos o relato de casos, en periódicos locales o portales educativos.

Habría que replantear el hábito de llevar un diario de observación sobre los incidentes que ocurren en la escuela o aula de clases. Esto conlleva a describir cada situación y plantear soluciones. Tanto los casos de éxito como los asuntos infructuosos, es importante registrar los procesos seguidos para tratar de llegar a un feliz término.

Además, es necesario considerar la elaboración de reportes que muestren los avances o retrocesos que tengan los alumnos del grupo o asignaturas que atiende el maestro. Estos reportes permitirían integrar un expediente académico a lo largo de la estadía de cada estudiante en la institución.

Realizar prácticas, experimentos, investigaciones, demostraciones, que se vuelvan noticias en los diarios locales o se divulguen en la gaceta escolar y en los tableros de la institución. Es necesario que se dé a conocer lo que hace la escuela, así como las actividades que promueve el docente. La divulgación es un aliado que permite que la comunidad escolar y la sociedad en general, conozcan estos acontecimientos.

Estas y otras estrategias son necesarias para la integración de un portafolio profesional de evidencias. No existe una sola forma o un solo instrumento para indicar el rendimiento del docente. El abanico de posibilidades con que cuentan las autoridades educativas es numeroso, sin embargo, los funcionarios de alto nivel, buscan circunscribirlo en unos cuentos recursos de valoración.

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“Correcciones y adecuaciones a la Reforma Educativa”, en: http://institutokng.blogspot.mx/2016/05/correcciones-y-adecuaciones-la-reforma.html


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