lunes, 13 de junio de 2016

4 acciones escolares que hacen "aplicados" a los padres

Una de las tareas más importantes de los padres de familia, ha sido dejada a un lado poco a poco. Ya sea por asuntos de negocios, trabajo o viajes, muchos padres ya no se acercan con la misma frecuencia a las escuelas de sus hijos. Sin embargo, se puede estar al pendiente de los asuntos académicos, realizando algunas acciones desde casa.
Por Joaquín Campos Galindo

Cuando se trata de asuntos académicos, más que acciones extraordinarias, muchos padres han olvidado las acciones pequeñas que los hacen ser padres aplicados. En esta entrega, se presenta cuatro valiosas acciones que harán que los padres retomen el control de muchas acciones académicas de sus hijos, sin la necesidad de ir a la escuela con mucha frecuencia.

Hacer preguntas:
Si. Haciendo preguntas. Principalmente a los hijos. Las preguntas que haga, le permitirán enviar un mensaje a sus hijos: “Estoy al tanto de tu vida escolar, eh!!!”. Entre las preguntas que puede hacerle a sus hijos están las siguientes, usted puede agregar otras más.
  • ¿Tienes tareas que hacer hoy?
  • ¿Necesitas algo para tus clases? ¿Algún material?
  • ¿Cuándo son los próximos exámenes?
  • ¿Ya te entregaron el citatorio para la firma de boletas?
  • ¿Cuáles son los proyectos que estas por entregar?
  • ¿Cuál es la materia que se te dificulta más? ¿Por qué?
Revisar la mochila:
Hacer la revisión, le permitirá conocer una parte importante de la vida escolar de sus hijos. Es probable que se encuentre con algo de basura u objetos que no son necesarias para la práctica educativa. Si usted revisa con frecuencia la mochila de sus hijos, hará que él trate de mantenerlo en orden y limpio.

Podrá darse cuenta si es pesada o ligera. Esto es muy importante. Normalmente, cuando las mochilas están llenas de libros, libretas, trabajos y útiles escolares, indica que tiene a un hijo responsable académicamente. Por el contrario, si es ligera, corre el riesgo de tener un hijo que cumple poco con las responsabilidades escolares. Claro que existen excepciones a la regla, por lo tanto hay que tomar en cuenta la siguiente acción.

Hojear libros y libretas:
Esta acción le permitirá ver los avances de contenido en las materias que cursan sus hijos. Además, podrá apreciar las calificaciones que obtiene en las diferentes actividades que realiza durante su estancia en clases. En ocasiones se sorprenderá ver notas que los maestros escriben en las libretas y que alguno de sus hijos no se lo mostraría a menos que usted las revise.

Revisar libros y libreta lo tendrá al tanto si el maestro revisa o no las asignaciones que deja de tarea; al mismo tiempo, sabrá cómo califica el profesor y si alguno de sus hijos cumple o no las actividades. También podrá darse cuenta si existe algún tema que se le dificulta a alguno de sus pequeños. Por lo tanto, deberá revisar la mochila, libros y libretas, con sus hijos junto a usted.

Realizar llamadas telefónicas:
Es deber de los padres acercarse a las escuelas para charlar con los docentes. Sin embargo, por el trajín que nos impone la vida actual, no siempre es posible. Por lo tanto, hacer una llamada telefónica a los responsables de la preparación académica de los hijos, adquiere un valor extraordinario. Con los planes que ofrecen las compañías telefónicas, ya no es pretexto para no llamar al director de la escuela o al maestro de sus hijos. En ocasiones, se pierde más tiempo revisando los mensajes o las redes sociales del el teléfono celular, que en realizar una llamada, que si es un asunto de importancia.

Esperamos que estas pequeñas acciones, junto a otras más que se proponga usted, mejore la relación académica entre el triangulo educativo del maestro, el alumno y los padres de familia.


Leer “Correcciones y adecuaciones a la Reforma Educativa”, en: http://institutokng.blogspot.mx/2016/05/correcciones-y-adecuaciones-la-reforma.html


Leer “Si las escuelas van al centro, ¿la periferia qué?”, en: http://institutokng.blogspot.mx/2016/05/si-las-escuelas-van-al-centro-la.html


¿Qué representan las calificaciones en la boleta?

Durante la primera década de este siglo, ha cambiado la concepción que se tenía de las calificaciones que reportan los maestros en la boleta. Las notas que recibieron nuestros padres por el desempeño académico, tenían un significado distinto. Esta nueva concepción está causando varios conflictos internos a maestros y padres que crecieron con la vieja forma de interpretarlos.

Por Galdino Enríquez Antonio

Cuando nuestros padres fueron a la escuela, la calificación que los maestros asentaban en la boleta, en muchos casos, era el resultado de la presentación de un examen oral o escrito. Por lo tanto, cuando un alumno obtenía altas calificaciones, era considerado un estudiante brillante, inteligente; recibía diplomas, becas y era el orgullo de propios y extraños.

Un alumno con bajas calificaciones o notas reprobatorias era merecedor de “las orejas de burro”. Ese estudiante era calificado como poco inteligente y con vagas probabilidades de sobresalir en grados de estudios más avanzados. Este tipo de alumnos normalmente repetía el grado escolar y en más de una ocasión terminaba engrosando las estadísticas de la deserción escolar. Sólo porque no fue capaz de responder, muchas veces, un único instrumento de evaluación.


En la actualidad, la forma de evaluar el desempeño escolar no se limita únicamente a las pruebas escritas u orales. Implica una serie de rasgos de evaluación, como lecturas, investigaciones, proyectos, exposiciones, viajes, ferias, experimentos, demostraciones, etc. Por lo tanto, una nota en la boleta, no significa cuan inteligente es un alumno, sino cuantos de los requisitos planteados por el docente, fueron cumplidos por el estudiante.

Con las notas altas o bajas,  ya no se puede calificar a un alumno como inteligente o “burro”. Ahora, sus calificaciones representan cuan disciplinado, responsable y cumplidor ha sido con los requisitos presentados para la acreditación de una materia. Cumplir con las asignaciones escolares es una decisión personal, alentado en mayor grado por los padres de familia que por terceros.

Leer “La era de la información: ironía de vida”, en: http://institutokng.blogspot.mx/2015/10/la-era-de-la-informacion-una-ironia-de.html

Por lo consiguiente, los maestros deberían considerar la calidad de las asignaciones solicitadas, así como la naturaleza de los requisitos estos trabajos que deben cumplir al ser entregados. No deberían olvidar los docentes, que la revisión consiente que hagan de estas asignaciones, es de suma importancia. Lamentablemente, los alumnos, y muchas veces los padres, entregan las actividades o requisitos de clases para “llenarle el ojo” al docente, sin que el estudiante se sienta comprometido consigo mismo y valorar los aprendizajes que logre a través de las asignaciones.

Es una línea muy delgada la que separa el éxito académico del fracaso escolar; es tan solo una situación de cultura. Buscar una nota aprobatoria sin disfrutar el gusto de aprender, es una situación que debería hacerse frente sin miramientos. Es deber de las instituciones educativas tomar este gran toro cultural por los cuernos y someterlo; que la comunidad escolar acceda a adquirir hábitos autodidactas (aprender a aprender) bajo la tutela de docentes comprometidos a mostrarles el camino…

TALLERES DISPONIBLES:
“Estrategias para trabajar lecturas en el salón de clases”, en: http://institutokng.blogspot.mx/p/talleres.html



viernes, 10 de junio de 2016

¿Por dónde se escurre la calidad educativa que tanto buscamos?

Por Galdino Enríquez Antonio

En los últimos años no se ha dejado de hablar sobre calidad educativa en diferentes niveles de gobierno y distintos sectores de la sociedad. Pero en muchos de los casos, se habla más de la mala calidad educativa. Estoy consciente que existen varios factores que influyen para bien, y en numerosas ocasiones, en contra de la calidad educativa. Pero en esta entrega, me gustaría poner a su consideración una rendija por donde se escapa la calidad educativa y que cuando venimos a darnos cuenta, nos hemos quedado con casi nada de ella.

¿Cuál es la rendija por donde se nos está escapando la calidad educativa que tanto añora nuestra sociedad y el país?  La respuesta es simple: la calidad educativa se escapa por la rendija llamada decisión personal. Efectivamente, la calidad educativa tiene mucho que ver con una decisión personal. La decisión de asistir a clases, la decisión de cumplir con las asignaciones, la decisión de  tomar los libros de textos y leerlos, la decisión de tomar apuntes y repasarlos.

El docente podrá estar en el aula de clases, con una planeación excelente, pero si el alumno se niega a participar de las actividades, y peor aún, con su actitud negativa de participar, contagia a otros y simplemente busca distraerlos. El docente podrá preparar sus clases, pero si el alumno carece de los útiles y/o materiales requeridos, difícilmente se dará una educación de calidad.

Es probable que el alumno quiera aprender, pero es un deseo que tiene que venir del corazón. No se puede imponer como se imponía la “letra con sangre”. No se puede forzar a estudiar como si se tratara de obligarlos a trabajar cual esclavos. La calidad educativa requiere de perseverancia y autodisciplina, si se dejan a un lado, el fracaso puede asomarse en la esquina. La calidad educativa no está muchas veces, y con sus reservas, en las escuelas, la calidad educativa está en la decisión que uno tome para su crecimiento y superación personal.

Para muestra de esto, les presentaré algunos ejemplos de oportunidades de preparación que podemos encontrar en nuestro derredor y no cuestan ni un quinto. Lo único que requieren es disciplina, perseverancia, motivación y constancia (esto no se lo puede dar ninguna escuela, usted se lo tiene que regalar a usted mismo), en resumen, de una decisión personal.

Moda en las universidades: De un tiempo a la fecha, las universidades han optado como una modalidad de publicidad, curiosamente ofertando cursos gratis en línea. Con esta estrategia, buscan enganchar a futuros alumnos o motivarlos a tomar otros cursos pero ya con un costo. Me sorprende la cantidad de cursos gratis que uno puede encontrar y que están siendo desaprovechados por profesionistas y estudiantes de diferentes niveles. Universidades prestigiosas como Harvard o Stanford, cuentan con esta modalidad de preparación. 

Leer “Correcciones y adecuaciones a la Reforma Educativa”, en: http://institutokng.blogspot.mx/2016/05/correcciones-y-adecuaciones-la-reforma.html

Centros de capacitación para aprender un oficio: Numerosos cursos se imparten en estos centros de manera gratuita: desde cocina y repostería, hasta computación y música. Los encuentra uno en las bibliotecas públicas del país (México) o espacios asignados por las alcandías.

Becas y más becas: Existen muchas instituciones gubernamentales y no gubernamentales que ofrecen oportunidades de estudios a personas con una situación económica precaria o por méritos académicos. En México, resulta más caro que un alumno esté fuera de las aulas que dentro de ellas, por lo que es preferible becarlos, antes que verlos desertar de sus estudios.

Ser autodidacta no es cosa del pasado: bibliotecas públicas, hemerotecas, salas de lecturas, ofrecen literatura de buena calidad. Navegar en la red permite tener valiosa información sobre cualquier tema. Incluso amigos y familiares podrán facilitarnos buenos libros y revistas.

Estoy seguro que ustedes conocen otras maneras gratuitas de acceder a los estudios. Pero si no se decide a estudiar, por más que se inscriba en las mejores universidades, no logrará nada.
“La universidad no hace a uno, uno hace a la universidad”



Leer “Si las escuelas van al centro, ¿la periferia qué?”, en: http://institutokng.blogspot.mx/2016/05/si-las-escuelas-van-al-centro-la.html


lunes, 6 de junio de 2016

¿Cómo frenar el Cambio Climático con la alimentación?

Por Galdino Enríquez Antonio

El calentamiento global lejos de ser un fenómeno repentino, fue dándose a lo largo de la historia. Lo fue provocando pequeñas, y a veces grandes acciones de los seres humanos. Por lo consiguiente, somos nosotros, con pequeñas acciones, los que podemos afrontar el cambio climático que estamos viviendo cada día con mayor intensidad.
Entre las acciones que podemos realizar de manera cotidiana son tan comunes como tomar los alimentos; precisamente por allí donde debemos comenzar. Veamos algunas de estas acciones:

Consumir alimentos frescos. Cuando consumimos este tipo alimentos, evitamos el uso de fuentes de calor para su cocción y eliminamos los contaminantes que puedan generarse. Además, se reduce el número de productos enlatados en nuestra cocina y por ende, el proceso de industrialización de alimentos se ve significativamente coartado.


Consumo de productos locales. Si aprovechamos los productos de la región donde vivimos para alimentarnos, se reduce tremendamente la contaminación causada por la transportación de alimentos. Al consumir productos locales, favorecemos enormemente la economía de los conciudadanos.

 Cultivo de huertos propios. Tener nuestro propio huerto es la mejor alternativa. Son productos más orgánicos y limpios; prácticamente se elimina el agua contaminada con que son regadas las plantaciones comerciales. Tiene la ventaja ser colocados en nuestra mesa casi recién cosechados. Cuando se cultiva una huerta (huerto urbano en las ciudades) se favorece a la economía familiar y tiene un impacto en nuestro estado de ánimo al ser una forma de terapia ocupacional.

Leer “¿Qué deben buscar los padres en las escuelas para sus hijos?”, en:

Beber agua fresca. Sí, agua natural. Esto evitará el desperdicio del vital líquido en los procesos de producción en las empresas refresqueras. Se estima que por cada litro de refresco que producen estas empresas, es necesario hacer uso, al menos, cinco litros más de agua. Si los refrescos no son consumidos, la contaminación causada por la transportación será eliminada también.

Son acciones sencillas y cotidianas que todos podemos hacer. Está en nuestras colaborar con un granito de arena por el planeta que Dios dejó en nuestras manos.


Talleres disponibles:
“Estrategias para trabajar lecturas en el salón de clases”, en: http://institutokng.blogspot.mx/p/talleres.html


miércoles, 1 de junio de 2016

Practicas educativas que nunca pasarán de moda

Por Joaquín Campos Galindo

Los tiempos han cambiado y la forma en que se practicaba el quehacer educativo en las escuelas también. He escuchado en más de una ocasión, en el último lustro, padres requiriendo las prácticas de antaño a los maestros de sus hijos, como por ejemplo:
-          “¡No observo que haga planas!”
-          “No he visto a mi hijo preocupado por ir a la biblioteca, solo me pide dinero para ir al Internet”
-          “La libreta tiene muy pocos ejercicios”
-          “Antes hacía largas filas por alcanzar libros en la librería, ahora ni libro llevan”
Esas prácticas educativas como estas se jubilaron y esperemos que se queden allí. Añorarlos es negarse a ver un futuro promisorio. Sin embargo, existen otras prácticas que, por considerarlas antiquísimas, hemos perdido el rumbo en muchos de nuestros hijos y alumnos. Aquí algunas de esas prácticas se no deberían quedarse a un lado del camino:
Ir a la escuela, hasta hace poco, era para alcanzar conocimiento. Ahora, esto ya no es un negocio exclusivo de las escuelas. El conocimiento y la información están muchas veces al alcance de un clic, en cualquier dispositivo con acceso a Internet. Entonces, ¿para qué ir a la escuela? Pues bien, el negocio de las escuelas está en las habilidades académicas y manuales que pueden ofrecerle al público al que sirven. Por lo tanto, leer, presentar exposiciones, desarrollar proyectos, elaborar maquetas, zambullirse en investigaciones documentales y de campo, realizar viajes de estudios, visitas a museos y centros arqueológicos, etc., no están en la lista de espera para ser eximidos de las escuelas. Mucho menos lo están los talleres.
Leer “¿Cuáles son las tareas esenciales de las escuelas?”, en: http://institutokng.blogspot.mx/2016/01/cuales-son-las-tareas-esenciales-de-las.html
Hace algunos años, se creía que el estudio en escuelas técnicas había perdido su valor, sin embargo, ha ocurrido todo lo contrario. Ahora se ha mejorado este tipo de servicios educativos: pasamos de tener escuelas secundarias técnicas y bachilleratos tecnológicos, a tener instituciones universitarias que educan a técnicos superiores universitarios. Si encuentra que la escuela donde estudian sus hijos ofrece cursos o talleres, permita que sigan estudiando allí, evite cambiarlos de colegio.
No debemos dejar de lado la educación personalizada. Un docente podrá impartir clases a un grupo, pero cada vez es más frecuente que el alumno busque asesoráis personalizadas o se entreviste de manera personal con el docente para recibir instrucciones de su parte. Ser mentor o institutriz de algún menor, es una tendencia en educación, que el lugar de fenecer, resurgió de las cenizas.
Los mejores sistemas de educación que pueda encontrar en el mundo, tiene como aliado a un padre que lee para sí. Así es, lee con sus hijos y para ellos; acompaña a sus retoños a bibliotecas y librerías; anda en busca de espacios de lectura lúdica y ferias de libros. Se llegó a pensar que los libreros (lo muebles) se dejarían de usar, al contrario, evolucionaron en diseños novedosos y atractivos. Esta tendencia educativa difícilmente pasará de moda.
Leer “¿Qué deben buscar los padres en las escuelas para sus hijos?”, en: http://institutokng.blogspot.mx/2015/11/que-deben-buscar-los-padres-en-las.html
Las buenas prácticas educativas no morirán del todo. Si usted conoce alguna práctica escolar que le funcionó, compártala con nosotros, es probable que rescatando esas prácticas, mejoraremos la vida académica de nuestros hijos y alumnos.

Talleres:
“Estrategias para trabajar lecturas en el salón de clases”, en: http://institutokng.blogspot.mx/p/talleres.html