Por
Galdino Enríquez Antonio
Muchos
han creído que las vacaciones se planearon únicamente para descansar de las rutinas laborales y escolares. Por lo tanto,
los estudiantes dejan de lado toda responsabilidad académica; los empleados se
desconectan de la oficina o centro de trabajo totalmente, y abandonan sus
hogares para ir a otros sitios, ya sea para visitar a familiares que viven en
poblaciones distantes o viajes de placer.
Sin
embargo, el cerebro está allí, atento
para aprender de los viajes y de las aventuras a realizar durante el
periodo vacacional. Si se aprovecharan estas actividades para mantener
académicamente activo los procesos de aprendizaje, las vacaciones serían de las
mejores experiencias en el desarrollo escolar de los estudiantes y sus
familias.
Cuando
los alumnos regresan de las vacaciones, los
maestros tienen que hacer el trabajo de reconexión del chip escolar en los alumnos. La mayoría de padres y alumnos
olvidan que los procesos escolares también continúan en la vida cotidiana, solo
que en un formato poco estructurado. Consideran
que los quehaceres académicos solo le competen
a las escuelas, cuando es todo lo contrario. Los primeros interesados en el
progreso académico de sus hijos deben ser los padres, sin dejar de lado la
propia iniciativa de los estudiantes.
Considerando
todo esto, proponemos las siguientes actividades durante las vacaciones para
que los alumnos, bajo la tutela de los padres de familia, se mantengan activos académicamente y el trabajo de reconexión a
las actividades escolares no sea un proceso doloroso para el triángulo
educativo: alumnos – padres – maestros.
1.- Lecturas: Qué mejor opción para aprovechar el tiempo de
descanso y realizar lecturas recreativas
o para aprender más sobre los temas que nos apasionan. Una novela, varios
cuentos, una biografía, así como libros de cultura general o para aprender un
oficio. La variedad de literatura tiene sus límites en lo que uno busca
alcanzar en estos días de descanso, sin hacer a un lado el estudio de temas
difíciles de las materias con bajo rendimiento escolar.
Hacerlos aún lado sería lo mejor que le podría suceder a
todo estudiante...
2.- Viajes: Los viajes son de las actividades vacacionales
que ofrecen una gran variedad de experiencias que pueden aprovecharse
académicamente. Entre las actividades que se pueden asignar a los hijos, de
acuerdo a la edad que tengan esta: ser los que lleven la agenda de las actividades planeadas en tiempo y forma, recabar
información de los lugares a visitar previamente, escribir un diario de las experiencias vividas, elaborar un informe
financiero del viaje, ser el copiloto que orienta al chofer con un mapa de
carreteras o plano del lugar a visitar, realizar entrevistas a otros
turistas que llegan al sitio, escribir un anecdotario que hable de la infancia
de las vivencias que tuvieron los padres (si se visitan a familiares),
etcétera.
3.- Visitas a sitios de
interés cultural: Antes
de la visita, su hijo deberá buscar
información sobre horarios, costos y requisitos de ingreso, así como
revisar la información disponible sobre el sitio. Durante la visita
deberá tomar nota de la experiencia
y hacer preguntas al personal del
lugar o al guía de turistas en su caso. Después de la visita podrá
realizar un álbum fotográfico o editar un video que recuerde el
recorrido; incluso tener un libro de
visitas familiares, donde los miembros de la familia escriban sus
impresiones sobre el sitio visitado.
4.- Llevar las cuentas de los
gastos: En los periodos
vacacionales, si no se llevan las cuentas claras, las consecuencias se sufren
en la cuesta de enero. Por lo tanto, la asignación de un presupuesto para los
gastos vacacionales, deberá ser parte de una actividad académica para los niños
que ya sepan hacer cuentas y puedan rendir
un informe de los gastos de ese día. De esa manera, ir cuidando los
recursos que se tienen contemplado utilizar.
¿A quién beneficia más realizar la tarea? ¿A los padres o a los hijos?
5.- Aprender un oficio: Los oficios se pueden aprender en casa o en
talleres, así como en los lugares donde se realiza dicha actividad u oficio.
Por ejemplo, aprender a cocinar se puede hacer en casa, en algún curso en línea
o escuela especializada, incluso trabajando en un comedor o restaurante. El
oficio que se aprenda, dependerá del interés y las oportunidades que se
presentan en el lugar donde uno vive, y van desde aprender a cultivar un huerto o un jardín,
carpintería, pintura o manualidades, hasta repostería, corte y confección o
modelado en arcilla.
6.- Economía doméstica: Esta área de la economía estudia las
diferentes áreas en las que se lleva la correcta administración de una casa, lo
cual implica realizar quehaceres del hogar, como hacer el aseo de la casa y el patio, lavar la ropa y hasta plancharla, lavar
la losa y colocarla en su lugar, cocinar y preparar ricos postres y bebidas,
así como saber hacer las compras del mandado y dar mantenimiento en áreas
del hogar que lo necesita, como pintar y resanar las paredes o reparar muebles
o retocarlos.
Estas
son apenas una muestra de las actividades que pueden realizarse durante las
vacaciones, las cuales mantienen la
mente y las manos ocupadas, evitando la ociosidad y aprovechando de la
mejor manera el tiempo. Estas actividades deberán planearse según a edad y las
habilidades que cuente cada niño. Los
padres sabrán qué es lo mejor que pueden ofrecer a sus hijos. Ojalá que
sean experiencias que enriquezcan su vida presente y futura…
Felices
vacaciones a todos, sin dejar de lado el toque educativo en lo que se tenga que
realizar.