Autor:
George
R. Knight
Editorial:
GEMA
Editores
Lugar:
Ciudad
de México, México
Año
de Publicación: 2017
No.
de Páginas: 156
Por
Galdino Enríquez Antonio
Gaceta de BELÉN
Las dimensiones
del libro (20.5 x 13.2 cms.), lo hacen pequeño físicamente, pero su contenido hace que sea enorme y cuya
trascendencia sea eterna. El tema que aborda, es uno de los tópicos
favoritos del autor, debido a ello, no es la única obra escrita en el que hable
del tema, existen al menos tres obras publicadas donde trate sobre filosofía y
educación.
En la presente
obra, se analizan asuntos filosóficos fundamentales desde la cosmovisión bíblica cristiana, pero
totalmente adventista; sin embargo, no agota el tema de estudio, sino que
permite que el lector cruce por la puerta correcta para comprender la necesidad
de mirar por el cristal adecuado el pensamiento filosófico adventista.
A pesar de ser un
texto filosófico, la traducción de Rocío Macena, nos regala en un lenguaje accesible, pero profundo, los
principios que rigen la filosofía de la educación adventista. El lenguaje ameno
usado en la redacción de la versión en
español, hace que uno no detenga la lectura de esta obra, y si uno lo hace,
es sólo para reflexionar y meditar en los preceptos eternos que contiene.
La
obra está dividida en dos partes. La primera de
ellas trata de los fundamentos filosóficos a través de un par de capítulos, los
más extensos de la obra. La segunda parte del libro se titula: “Implicaciones
de la Filosofía en la Educación Adventista”, que se estudia a lo largo de cinco
capítulos y uno adicional, que trata de las consideraciones finales sobre los
temas abordados a lo largo de la obra.
Leer “La Pedagogía de Jesús”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2018/02/la-pedagogia-de-jesus.html
En el capítulo uno de la obra, el Dr. Knight
responde con claridad las razones que
debe tener todo educador para estudiar la filosofía de la educación.
Además, se describen las tres categorías principales de la filosofía, las
cuales son: la metafísica, que intenta conocer la realidad; la epistemología,
que busca conocer la verdad; y la axiología, que pretende encontrar los que es
de valor.
Este primer
capítulo concluye con la explicación de
un diagrama que plantea la relación entre las prácticas educativas con las
categorías filosóficas y los factores contextuales que afectan al individuo.
Mientras que el segundo capítulo de
esta primera parte del libro, muestra
cómo cada una de las categorías filosóficas afecta al quehacer educativo,
analizándolas desde la perspectiva adventista.
El autor inicia el
segundo capítulo señalando cuál es la
perspectiva bíblica de la realidad humana en el “Gran Conflicto” (metafísica)
y muestra cuál debe ser la relación entre esta realidad y la educación
adventista. En seguida aborda la manera
en que los cristianos miran al conocimiento (epistemología) y las fuentes
principales de la misma, así como las razones para incluirlos en el
quehacer educativo adventista. En la tercera y última parte de este capítulo,
el autor analiza las implicaciones
verdaderas de la axiología desde la perspectiva cristiana de la ética y la
estética.
En el capítulo tres de esta obra (primer
capítulo de la segunda parte del libro), el autor se centra en analizar la naturaleza del alumno desde la perspectiva
cristiana adventista, y lo hace partiendo de un estudio profundo de las
faltas cometidas por los responsables de la educación en la educación de los
niños y jóvenes.
En este capítulo coloca sobre la mesa de debate el punto
medular de la filosofía educativa de Elena G. de White, mientras revisa a
conciencia los apuntes de los primeros cuatro capítulos del libro “La
Educación”. El finalizar el capítulo tres, el autor presenta cuatro interesantes consideraciones
adventistas sobre la naturaleza humana.
En el capítulo cuatro se presenta cual es el
papel del maestro en la tarea educativa adventista, por lo que se enumeran varias razones de porqué el
docente es el “elemento clave para el éxito educativo”. Así mismo, se muestra
la verdadera dimensión de la enseñanza de la enseñanza y la meta principal de la educación, donde el docente adventista es
más que un maestro, es un colaborador
con Dios en la restauración de la imagen perdida del hombre.
Además de la meta
principal de la educación, en este capítulo se señala las metas secundarias y el objetivo último de la educación
adventista. Ya para concluir este magnífico capítulo, se presentan las cualidades que todo maestro adventista debe
tener para desarrollar la práctica educativa.
El tema central
del capítulo cinco es el currículo y
se inicia describiendo cuál es el conocimiento de más valor desde distintas
perspectivas. Posteriormente, se considera cuál es el lugar que ocupa la Biblia en el currículo académico y se
presentan varios modelos de cómo debe interactuar la Biblia y la fe cristiana
en el currículo de los colegios adventistas.
https://www.gemaeditores.com.mx/libros/display |
Leer “La Ciencia descubre a Dios”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2018/01/la-ciencia-descubre-dios.html
Ya en el capítulo
seis se aborda una diversidad de asuntos escolares entorno a las consideraciones
metodológicas en las instituciones educativas, como lo son la disciplina, el
pensamiento reflexivo y el autocontrol, así como los factores que influyen en
ellos. En la última parte de este capítulo se muestran varios de los métodos educativos usados por Jesús y
que se encuentran registrados en las Sagradas Escrituras.
La
educación cumple con una función social, y la educación
adventista no es la excepción en ese sentido; por lo tanto, en el capítulo
siete, el autor describe esta función de la educación que se imparte en los
colegios adventistas. Aunque esta educación es conservadora, también se revela
revolucionaria.
Esta dualidad (conservadora
y revolucionaria), son tareas fundamentales que también se explican,
especialmente el papel revolucionario de la educación adventista, ya que se encuentra enmarcado en un contexto
apocalíptico y en el cumplimiento de un misión, sin dejar de lado, la
verdadera dimensión del servicio en el cumplimiento de los roles sociales de la
educación adventista.
En el último
capítulo del libro, el Dr. Knight plantea cuál
ha sido la aportación esencial de los colegios adventistas, así como la
contribución adventista distintiva a la educación cristiana. También en el
capítulo ocho se expone cómo puede llegar a fracasar en su misión la educación
cristiana.
Es mi deseo que la
lectura de esta obra, enriquezca la tarea educativa de todo educador cristiano adventista.
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