sábado, 5 de diciembre de 2015

¿Qué necesitamos para pensar más y mejor?

Por Galdino Enríquez Antonio

En su libro, “Un sitio en la cumbre”, el escritor oaxaqueño, Félix Cortés Antonio, señala que “la mente se desarrolla pensando, no hay otro camino; aunque técnicamente, leer no es pensar, es fuente óptima de los mejores pensamientos.”
Considerando esta afirmación, la lectura favorece en gran manera al desarrollo de los mejores pensamientos, pero no es lo que en primera instancia necesitamos para pensar más y mejor.
Para que la mente se desarrolle de manera satisfactoria, necesita de pensamientos. Alguien podría suponer un trabajo filosófico, pero es más sencillo de lo que creemos. Para poder pensar de manera óptima se requiere de palabras. Sí, palabras, términos, vocablos, conceptos. Por lo tanto, necesitamos enriquecer nuestro vocabulario; conocer y usar una multitud de términos técnicos y comunes.
Los medios de comunicación hacen uso regular de 1,000 a 1,200 palabras en su vocabulario. Es difícil encontrar palabras muy rebuscadas en los diarios o revistas que llegan al público en general. Es por ello que existen programas para aprender a hablar algún idioma, con al menos 1,000 palabras de uso común en dicho idioma; así, los aprendices puedan comunicarse fácilmente. 
                               Leer “Faltarle al respeto a los libros”, en: http://institutokng.blogspot.mx/2015/08/faltarle-al-respeto-los-libros.html
Sin embargo, el número de palabras que debe usar una persona normalmente es de 1,500. Se estima que un educando que gradué del nivel básico, domina al menos este número de términos o conceptos. Y conforme avance en sus estudios, enriquecerá aún más su vocabulario.
Los profesionistas promedian entre 3,000 y 5,000 palabras en su léxico. Esta es la razón por la que no entendemos algunos términos usados en una entrevista con un médico, arquitecto o psicólogo, por ejemplo. Su riqueza lingüística es distinta a la del público en general.
Leer “Velocidad de lectura: ¿lenta o rápida?” en: http://institutokng.blogspot.mx/2015/09/velocidad-de-lectura-rapida-o-lenta.html
Los que tienden a especializarse en alguna rama en su área de estudio, nos sorprenden por sus conocimientos y facilidad para explicarnos las cosas. Ocurre muchas veces que los catedráticos universitarios nos dejan boquiabiertos o sencillamente no entendemos lo que exponen en clases. Esto último podría ser una explicación de los niveles considerables de deserción en los primeros semestres de la preparatoria o en la universidad. El lenguaje del alumno es muy distinto al lenguaje del catedrático.
Un renombrado escritor decía que un verdadero amante de las letras, alcanza a tener un vocabulario de hasta 10,000 términos. ¿Cuántos términos tienes en tu vocabulario y haces uso cotidiano de ellos? ¿Cuántas palabras nuevas incluyes cada día a tu vocabulario? ¿Cuándo fue la última vez que leíste (no como una acción de consulta) el diccionario como si fuera libro más?

viernes, 4 de diciembre de 2015

Lecturas con propósito

Por Galdino Enríquez Antonio

En una de las clases que recibí en mi etapa universitaria, el catedrático compartió con nosotros un dato que caló hondo en mi conciencia y que aún lo recuerdo nítidamente. Era el año de 1996 y me sorprendió que la cantidad promedio de libros que leíamos como mexicanos era de apenas 0.5 libros al año. Más tarde, hacia el año 2000, poco antes de concluir mi preparación académica, escuche que ya superábamos ese dato al 100%: ya leíamos un libro por año.
En los años 2006 y 2012, se realizaron estudios que mostraron el número de libros que se lee en promedio anualmente en nuestro país: 2.9. Hoy en día se habla de una cantidad, muy superior a los que escuché en 1996: 4 libros al año. Me parece fabuloso que estemos creciendo en esto.
Con frecuencia se aconseja a leer lo que sea. Que leamos novelas, cuentos, historietas, periódicos, ciencia. En resumen, lo que tengamos a nuestro alcance. Difiero un poco sobre esta recomendación. Considero que debería leerse con propósito. No descarto el valor que tiene muchos de los textos que circulan en nuestro derredor. En las estadísticas mostradas en el 2006 acerca de la radiografía de la lectura en México, señalan que se lee principalmente por compromisos académicos, y conforme pasan los años, estas mismas personas dejan de leer.
Leer “¿Qué deben buscar los padres en las escuelas para sus hijos?”, en:
http://institutokng.blogspot.mx/2015/11/que-deben-buscar-los-padres-en-las.html  
Me sorprende el hecho que se lee muy poco sobre cómo hacer o ejercer nuestro trabajo u oficio. Imagínese que para hacer mejor su trabajo, un carpintero leyera sobre su oficio. O un agricultor fuera un buen lector sobre técnicas de cultivo, sistemas de riego, formas de aprovechamiento de abono orgánico, etc.
Te invito a realizar lecturas con propósito. Lecturas que enriquezcan nuestra actividad mercantil, industrial o de servicios. Lecturas que nos permitan mejorar el servicio que brindamos. Lecturas que nos hagan desarrollar mejores ideas y perfeccionar nuestras técnicas. Lecturas que nos vuelvan más creativos y puntuales en nuestras opiniones.
Lecturas que nos hagan excelentes choferes, magníficos cocineros, estupendos guardias, sofisticados mecánicos, maravillosos diseñadores, grandiosos trabajadores de la construcción, sorprendentes comerciantes… y por qué no, grandes médicos, maestros, empresarios, ingenieros, psicólogos, etc.
Hagamos lecturas con propósito!!!


Leer “La era de la información: ironía de vida”, en: http://institutokng.blogspot.mx/2015/10/la-era-de-la-informacion-una-ironia-de.html  
Leer “La importancia del trabajo útil”, en: http://institutokng.blogspot.mx/2015/10/la-importancia-del-trabajo-util.html 

martes, 17 de noviembre de 2015

¿Qué deben buscar los padres en las escuelas para sus hijos?

Por Galdino Enríquez Antonio 

En la actualidad, el conocimiento está al alcance de un clip o un toque. La información que se requiera, en pocos minutos o segundos no tenemos en la palma de la mano. Todo esto gracias a las formas tecnológicas que ponen a nuestro alcance todo tipo de pesquisa. Entonces, ¿para qué enviar a los hijos a la escuela si el conocimiento está al alcance de un clip?
Consideremos algunas situaciones que los padres deberían tomar en cuenta al momento de buscar y elegir la institución educativa para sus hijos.
Habilidades académicas
Son aquellas competencias que permitirán al estudiante defenderse en diferentes situaciones de la vida cotidiana: saber ser, saber conocer, saber hacer y saber aprender. Estas habilidades académicas son las que promueven las instituciones educativas de prestigio. Se cree que todas las instituciones tienen una educación basada en competencias, pero no siempre esto es así. Por lo tanto, es tarea de los padres elegir una institución que promueva este tipo de competencias.
Que les enseñen hacer cosas: que tengan talleres
Las vicisitudes de la vida requieren que las personas sepan de todo un poco: algo de cocina, de electricidad, economía doméstica, horticultura, tratamientos médicos, entre otras muchas cosas más. Las instituciones educativas cada vez más ocupan espacios de tiempo para enseñarles estas curiosidades a sus alumnos. Es considerable el aumento de las escuelas que incorporan talleres en el plan de estudio de los alumnos. Busque una escuela que enseñe habilidades manuales: carpintería, bisutería, agricultura, costura, herrería, entre muchas otras más.
Enseñen principios y valores
La escritora norteamericana E. G. White señala lo siguiente: “La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos.”[1]
Las instituciones educativas que persiguen este ideal, son dignos de ser elegidos por los padres de familia, para que las futuras generaciones tengan una preparación inmejorable.

@galdinoenriquez
G+ institutokng


[1] White, Elena, G. La educación. Recuperada el 18-10-2015, en:  http://www.iasdsanjudas.com/documentos/Libros-EP/Laeducacion.pdf

Leer “La era de la información: ironía de vida”, en: http://institutokng.blogspot.mx/2015/10/la-era-de-la-informacion-una-ironia-de.html  
Leer “La importancia del trabajo útil”, en: http://institutokng.blogspot.mx/2015/10/la-importancia-del-trabajo-util.html  

jueves, 29 de octubre de 2015

Una vida acelerada

Por Galdino Enríquez Antonio

De acuerdo con el relato bíblico, los hijos de Israel fueron esclavos en Egipto. En un momento dado, clamaron a Yahvé por la liberación de aquella servidumbre. Yahvé les respondió con el nacimiento de un bebé. Ese bebé, llamado Moisés, libró al pueblo de esa condición 80 años después del clamor que hicieron a su Dios. En la actualidad los cambios en la historia de los países pueden darse en meses, incluso en días, como ha ocurrido con la primavera árabe o en los procesos electorales de los países llamados democráticos.
Cristóbal Colón inicio su aventura hacia lo desconocido un 06 de septiembre de 1492, desde la isla de La Gomera, en el Archipiélago de las Canarias. Ni él ni sus acompañantes vieron algún vestigio de tierra hasta el 12 de octubre de aquel año histórico. Tuvo que pasar un poco más de un meses para que ello ocurriera. No se tuvo noticia de las tres carabelas en Europa hasta siete meses después. Hoy, se puede tomar el desayuno en América, comer en Europa y dormir en Asia. Todo en un mismo día; además reportarse en tiempo real a cualquier parte del mundo con conexión a internet.
Leer “La era de la información: ironía de vida”, en: http://institutokng.blogspot.mx/2015/10/la-era-de-la-informacion-una-ironia-de.html                      A finales del siglo pasado, era común el uso del correo postal para comunicarse con familiares y amigos. Poco tiempo después, el teléfono acortó las distancias y los tiempos, pero era un servicio con un costo elevado para muchas personas. En la actualidad, la mensajería instantánea a través de las redes sociales y las aplicaciones en los teléfonos celulares, permiten tener comunicación en tiempo real con personas que viven en lugares distantes. Los tiempos para compartir noticias e información se han acortado enormemente.
Los días en que se viajaba en carretas tirados por animales de carga o en ferrocarril, están en el recuerdo nostálgico de los adultos. El tren bala, los jets supersónicos, los vehículos que se mueven en supercarreteras, acortan tiempos y distancias. Pareciera que vivimos más a prisa, como que la vida se nos va más rápido. Sin embargo, hay cosas que no cambian, pero que olvidamos con frecuencia, por ejemplo:
Leer “La importancia del trabajo útil”, en: http://institutokng.blogspot.mx/2015/10/la-importancia-del-trabajo-util.html
El periodo de gestación del ser humano no ha sufrido cambios. Los días y los años siguen teniendo la misma duración. La levadura y el cuajo necesitan su tiempo para actuar en la harina y en la leche. Las horas que necesita el cuerpo humano para descansar siguen sin alteración alguna. El agua sigue siendo el líquido vital para la vida. 
¿Por qué entonces los niños quieren ser grandes y los adolescentes adultos? ¿Por qué hay premura por acelerar las cosas?
Queremos comida rápida, servicio exprés en la lavandería, mensajería instantánea, justicia pronta y expedita, descargas rápidas de la red; ¿querremos acaso matrimonios que duren poco tiempo? ¿Hijos que crezcan pronto y dejen el nido del hogar vacío? O ¿Qué digamos adiós a todos aquellos momentos que nos hacen felices?
Leer “Velocidad de lectura: ¿lenta o rápida?” en: http://institutokng.blogspot.mx/2015/09/velocidad-de-lectura-rapida-o-lenta.html


El autor es docente en el COCIFE y catedrático en GEUM

domingo, 18 de octubre de 2015

La era de la información: una ironía de vida

Por Galdino Enríquez Antonio

Existe tanta información en la actualidad que, muchas de las situaciones que acontecen en nuestro derredor, resultan ser una burla. Es más, con tanta información, llenamos de ironías nuestras vidas y de quienes nos rodean.
Tantos libros escritos, tantas investigaciones hechas, muchas conferencias dictadas y un sin número de centros de consejería y los divorcios abundan por todas partes. Es una ironía que los matrimonios sigan fracasando. Los jóvenes se aventuran en la institución familiar y desconocen sus derechos, sobre todo sus obligaciones.
El conocimiento está al alcance de un clip y los alumnos aún siguen aumentando las listas de los reprobados.  Numerosas bibliotecas tienen abiertas sus puertas a los estudiantes y ellos no se dignan a visitarlas. Tantos sitios públicos de acceso libre a internet y siguen encontrando los alumnos pretextos para no entregar sus asignaciones.
Las instituciones de salud constantemente difunden información sobre el cuidado de la salud. Existen programas gratuitos para orientar a las familias, y se siguen contrayendo enfermedades. Con tanta información a su alcance, los jóvenes, siguen siendo presa de padecimientos de transmisión sexual.
Encontramos casos de embarazos no deseados en diferentes espacios sociales, por el desconocimiento de medidas anticonceptivas. Existen despidos laborales por la falta de actualización, cuando existen numerosas formas de capacitación gratuita en la red, que van desde libros, periódicos, revistas, cursos y hasta videos tutoriales.
La información es poder, y quien cuenta con ella, tiene las posibilidades inmejorables de hacer frente a diversas vicisitudes de la vida. Solo hay que visitar una biblioteca pública, una hemeroteca, solicitar libros prestados con el compromiso de devolverlos, asistir a cursos impartido por instituciones públicas, conectarse a internet, etc. Las oportunidades son muchas, la información está al alcance de aquel que tienen el deseo y la disposición de tenerlo, sobre todo, de hacer uso productivo y proactivo de ellos.
¿Cuánta información ha dejado pasar usted hoy, sin que sean suyas?

Leer “Velocidad de lectura: ¿lenta o rápida?” en: http://institutokng.blogspot.mx/2015/09/velocidad-de-lectura-rapida-o-lenta.html


jueves, 1 de octubre de 2015

La importancia del trabajo útil

Por Galdino Enríquez Antonio

De acuerdo con la Sra. White (2005), era costumbre de los judíos, tanto de las clases más ricas como de las más pobres, enseñar a sus hijos e hijas algún oficio útil, para que si se presentaban circunstancias adversas, no tuviesen que depender de otros, sino que pudieran proveer a sus propias necesidades. Podían ser instruidos en los ramos literarios, pero debían también adiestrarse en algún oficio. Esto era considerado como parte indispensable de su educación.

Leer “Velocidad de lectura: ¿lenta o rápida?” en http://institutokng.blogspot.mx/2015/09/velocidad-de-lectura-rapida-o-lenta.html

Ahora…, todo joven debe ser instruido en los deberes de la vida práctica. Cada uno debe adquirir cierto conocimiento de algún ramo manual por medio del cual, si fuera necesario, pudiera ganarse la vida. Esto es esencial, no sólo como una salvaguardia contra las vicisitudes de la vida, sino por su influencia sobre el desarrollo físico, mental y espiritual. White (2005)

Aunque la obra consultada fue reeditada y publicada hace diez años, los apuntes de la Sra. White datan desde hace más de un siglo. Estos valiosos consejos tienen suma importancia en la actualidad. Una postura similar al trabajo práctico y útil, lo encontramos en la declaración del congreso 47 de la UNESCO, cuyo fragmento compartimos:

“La inversión en educación de los gobiernos y las industrias crece de forma constante, al igual que crece la demanda de rendimiento comprobado de las inversiones. Cada vez es más habitual la necesidad constante de poner al día profesionalmente, o incluso readiestrar, a la población económicamente activa para adaptarla a los cambios tecnológicos o del mercado.

"Es necesaria una alta frecuencia de innovación para mantener la riqueza de los países donde los costos son altos y, en gran medida, la producción se basa en la capacidad intelectual. La movilidad en la esfera de la educación y en los mercados de trabajo está en alza. Cada vez cobran más importancia los títulos y competencias adquiridos al margen del sistema oficial de enseñanza, así como las combinaciones no convencionales de títulos oficiales y competencias obtenidas mediante la experiencia; lo que el individuo sabe y es capaz de hacer en concreto puede tener más importancia para el empleador (y para el propio individuo cuando se queda sin trabajo) que los diplomas obtenidos en el marco del sistema oficial de enseñanza, que pueden haberse quedado anticuados. Esta circunstancia explica la mayor atención que se presta a cuestiones relacionadas con la convalidación del aprendizaje extraoficial y oficioso…”

En resumidas cuentas, es prioritario enseñarle a las nuevas generaciones un oficio, y mejor aún, tantos como fueran posibles; es una parte de la educación que se ha dejado pasar por alto. Las escuelas agropecuarias no deberían pasar de moda. En lugar de cursos de inglés o matemáticas, lo que realmente necesitan muchos jovenzuelos es aprender a trabajar.

Que aprendan tareas de carpintería, electricidad, pintura, cocina, economía doméstica, mecánica, agricultura, albañilería, panadería, manualidades, costura, estilismo, herrería, serigrafía, diseño, horticultura… existen tantas labores que harían de nuestros hijos personas de bien, diligentes y responsables. Aprenderían principios de economía y aprovechamiento del tiempo libre.

Referencias:
White, Elena G. de (2005). Consejo para los maestros, padres y alumnos. Asociación Publicadora Interamericana; Florida, EE UU. Gema Editores; México, D. F. Pág. 172-173
UNESCO (2004) TALLER 3 Calidad de la educación y competencias para la vida. 07 BRIL 2015 http://www.ibe.unesco.org/International/ICE47/Spanish/Organisation/Workshops/Background%20at-3-ESP.pdf

Leer ¿Qué hacer si mi hijo tiene problemas de aprendizaje?


lunes, 21 de septiembre de 2015

¿Un segundo idioma?

Por Galdino Enríquez Antonio

En las últimas décadas se ha impulsado enormemente el hecho de que los estudiantes aprendan un segundo y hasta un tercer idioma. Incluso se ha vuelto moda ser políglota. Es una idea muy interesante, que uno se pueda comunicar con muchas más personas que las que pueda hacer un solo idioma es mucho más.
Las escuelas poco a poco se están convirtiendo en bilingües. Muchas de las clases que recibe un alumno hoy en día se da en dos o más idiomas. Se escucha fabuloso. ¡Una competencia más que interesante! Poder leer libros no traducidos y si los hay, con una traducción que difiere de la idea inicial del autor en muchos casos.
Leer Experiencias de Vida  http://institutokng.blogspot.mx/2015/09/experiencias-de-vida.html
Sin embargo, tengo mis reservas sobre el asunto por situaciones que muchos hemos podido observar. Por ejemplo: Los errores ortográficos que observo en las publicaciones en la red y en los trabajos que recibo de mis alumnos. Yendo un poquito más a fondo, los alumnos no son capaces de poner sus ideas en orden, se pierden en la redacción de sus escritos. No son capaces, en muchos casos, de escribir un reporte investigación, realizar una síntesis, presentar un ensayo.
Incluso, le cuesta a más de uno, expresarse de manera fluida en español, sus exposiciones son espantosas y tienen problemas para entablar una conversación amena. Se le acaban las palabras cuando quieren dialogar con la persona amada, solicitar empleo, pedir aumento salarial, expresar sus sentimientos, dar a conocer sus proyectos…

Leer  ¿Qué hacer si mi hijo tiene problemas de aprendizaje?

http://institutokng.blogspot.mx/2015/08/que-hacer-si-mi-hijo-tiene-problemas-de.html

White (1987), señala que “hasta entre los estudiantes de los colegios superiores se nota gran deficiencia en el conocimiento de los ramos comunes de la educación… Muchos estudian declamación para ser oradores elegantes, cuando ni siquiera saben leer de manera inteligible e impresionante. Muchos que han terminado sus estudios de retórica no saben redactar una simple carta y cometen faltas de ortografía… Es de mayor importancia la capacidad de escribir y hablar la lengua propia con facilidad y exactitud, que aprender idiomas extranjeros, vivos o muertos.
Es muy probable, que dentro de poco tiempo, se pierda la originalidad y la belleza del idioma español. Cada día se incluyen más extranjerismos y se dejan de usar términos propios de nuestro idioma. Pero no debemos olvidar que el español es el segundo idioma más hablado en el mundo, (chino 1°, inglés 3°) no tiene el peso histórico, político, económico y social que tiene el inglés, pero es un idioma maravilloso y noble. En la lista de las joyas literarias de todos los tiempos encontramos numerosos libros escritos en español.
Nos hace falta impulsar el hábito de la lectura en nuestro propio idioma para elevar su prestigio cultural. ¿Qué tal si leemos algún libro escrito en español, no un texto traducido de otro idioma? ¿Qué les parece si tratamos de cometer menos errores en nuestros mensajes de texto? Mejor aún, ¿por qué no le damos un repaso a nuestros apuntes sobre reglas de puntuación, ortografía y redacción? Es más, ¿alguien sabe dónde dan cursos intensivos de regularización, no de inglés, sino de español?

White, Elena G. (1987). La educación. Asociación Publicadora Interamericana. Florida, EE UU. Pág. 234
Leer  Cómo ayudo a mi hijo a superar las dificultades de aprendizaje

jueves, 17 de septiembre de 2015

Velocidad de lectura: ¿rápida o lenta?

Por: Galdino Enríquez Antonio

En el Manual de procedimientos para el fomento y la valoración de la competencia lectora en el aula, la Secretaría de Educación Pública en México, establece los niveles de logro para velocidad lectora: Palabras Leídas por Minuto, en alumnos de educación básica.[1] En dicho manual, establece como el ideal de velocidad de lectura en voz alta, entre 155-160 palabras por minuto, una vez que el alumno concluya la escuela secundaria.
De acuerdo con Eduardo Rho (2004), la UNESCO ha establecido un número mínimo de libros que una persona debe leer al año, para obtener un desarrollo óptimo de sus facultades intelectuales. Este número de libro no debe ser menor a cuatro libros anuales. Un libro se considera como tal cuando tiene al menos 49 páginas, sin considerar la cubierta.
Hoy en día, existen innumerables programas de lectura rápida. Programas que prometen hacer que sus participantes alcancen 10 veces más la cantidad de lectura y sobre todo ¡qué comprenderán lo que leen! Estos programas proliferan en el internet; tienen a la venta libros, manuales y folletos “milagrosos”; sus oficinas y cubículos los encuentras en centros comerciales y espacios exclusivos. Con frecuencia inundan de publicidad los alrededores de las escuelas y acosan con frecuencias instituciones educativas para que se les permita ingresar a promocionar sus servicios.
En mi experiencia, cada vez que pongo en práctica el hábito de la lectura, descubro que puedo alcanzar grandes cantidades de palabras leídas por minuto o numerosas páginas en un buen rato de lectura. A veces, el tipo de texto permite que la velocidad de lectura sea la ideal. En ocasiones, al leer ciencia o filosofía, me veo disminuido en los avances de la lectura. Existen textos que por sus características y los gustos personales, en un par de horas son leídos y comprendidas de manera excelente.

Leer FALTARLE AL RESPETO A LOS LIBROS http://institutokng.blogspot.mx/2015/08/faltarle-al-respeto-los-libros.html

Desarrollar el hábito de la lectura ha hecho que cada vez más, comprenda lo que lea. Promover la lectura es importante. Hacerlo a borbotones no es la mejor de las estrategias. Yo prefiero la lectura a cucharadas, como se disfruta la sopa en una tarde lluviosa; mejor aún, una lectura a sorbos, como se toma el café en una noche de invierno.
A veces es mucho mejor una lectura de poquito en poquito, releyendo los párrafos o capítulos llenos de emoción. Haciendo anotaciones y estableciendo relaciones con experiencias vividas o leídas. Buscando definiciones de palabras desconocidas para enriquecer el vocabulario. Leyendo varios libros sobre el mismo tema o comparando las versiones de la misma obra.
No necesito llenarme de un montón de palabras, necesito que de lo poco que llene mi alma, sea de calidad, y no solo de cantidad.
¿Cómo disfrutas tus lecturas?



[1] SEP. Manual de procedimientos para el fomento y la valoración de la competencia lectora en el aula Recuperado 24/agosto/2015 Dirección: http://www.leer.sep.gob.mx/pdf/manual_fomento.pdf. Pág. 11
Rho, Eduardo (2004). Lectura Rápida y Efectiva: Técnicas y Ejercicios para Desarrollarla en 7 Días.              Alfaomega Grupo Editor. México, D. F.

domingo, 13 de septiembre de 2015

Experiencias de Vida que Educan

Por: Galdino Enríquez Antonio

Las experiencias de vida no son más que aquellas situaciones que han vivido las personas y que marcan su existencia, otorgan lecciones o martillan constantemente sus recuerdos.
Estas experiencias son producto de algún accidente, unas estupendas vacaciones, un consejo en el momento oportuno, una historia escuchada, una frustración o peor aún, productos de un chasco o fracaso en los negocios o en el amor.
Pero cuando hablamos de experiencias de vida en materia educativa, es un conjunto de experiencias que permitirán al alumno tener una vivencia que le dará el privilegio de enfrentar el futuro con seguridad y denuedo.
En los últimos años se ha discutido sobre el papel de la escuela, puesto que en muchos sentidos ha alejado al alumno de la realidad. Actualmente se habla de llevar la realidad de vida al aula de clases, para que cuando el niño salga de la escuela, no se tope con una realidad desconocida.
Leer  ¿Qué hacer si mi hijo tiene problemas de aprendizaje? http://institutokng.blogspot.mx/2015/08/que-hacer-si-mi-hijo-tiene-problemas-de.html

Esta tarea no le corresponde únicamente a los docentes. En la escuela se sigue teniendo una educación muchas veces teórica. No hay muchas vivencias que le permitan tener experiencias de vida propiamente. Pero los padres si lo pueden lograr con mayor precisión.

Enseñarles a los hijos a lidiar con el cuchillo, el fuego o la electricidad. Tener vacaciones con aventuras reales, como escalar una montaña, realizar actividades de senderismo y campismo. Que aprenda a usar las herramientas de limpieza, en la escuela ya no se promueve el que haya un rol de aseo del salón: “¡Mi hijo no viene a la escuela para hacer la limpieza, viene para estudiar!
Que sepa cambiar un foco o que pueda calentar, al menos, una tortilla, podría significar muchas veces la diferencia entre uno y otro niño. Que no tema usar el cloro, que tenga claro qué hacer en caso de accidentes, es fundamental en ciertos momentos. Que pueda cruzar la calle, que sepa dónde ir cuando se desubique. Que sepa andar en microbús o en el metro.
Conducir un auto. Freír un huevo. Preparar las verduras para la ensalada. Saber enfrentar un animal ponzoñoso. Conocer los lugares de peligro cuando llueve. Que sepa qué hacer cuando se va la luz, que no le tema a la oscuridad. Que sea intrépido, pero que sepa ponerle límite a las curiosidades llenas de peligro.
Que sepa pelar un cable y crear un puente a falta de un fusible en tanto que se consiga otro. Que sepa usar utensilios de cocina. Son experiencias que le salvaran la vida, incluso le permitirán disfrutar su paso por ella.

Leer  Cómo ayudo a mi hijo a superar las dificultades de aprendizaje

Los niños cuyos padres se preocupan por las experiencias de sus hijos saben esquiar, saben pasar hambre, saben negociar, saben trabajar, saben cómo ganarse unos pesos. No les da miedo perderse o pasar frio. Están curtidos por las vicisitudes de la vida. No temen perder su trabajo. Saben que sus cualidades le abrirán puertas. No temen hablarle a quien sea con tal de lograr sus propósitos, saben tocar puertas. Saben vender, saben comprar, saben cuándo compartir y saben cuándo recibir favores.
Pero finalmente lo que el padre decida para su hijo, lo volverá útil en la vida. A veces se vuelve necesario que los hijos pasen frío o sufran hambre, por lo menos metafóricamente, para que aprendan a encarar la vida. Las experiencias de vida le dan al alumno estrategias que le serán útiles en su existencia.
Los niños que crecen en un mercado, tienen experiencias de vida diferentes a las de un niño que vive en el campo; pero si mantenemos encerrados a nuestros hijos en el cascarón de huevo de la protección familiar, lo estaremos creando indefenso ante la vida.
¿Cuáles son las experiencias de vida que les hemos regalado a nuestros hijos?

jueves, 3 de septiembre de 2015

Cómo ayudo a mi hijo a superar las dificultades de aprendizaje


Por Joaquín Campos Galindo

En los últimos años ha crecido el número de casos de niños con problemas de aprendizaje. Cada año, los maestros encuentran serias dificultades para hacer frente los casos que se presentan en su salón de clases. Lamentablemente, no todas las escuelas cuentan con el personal capacitado para dar atención a las situaciones particulares que se registran.
Considerando las condiciones económicas que nos toca vivir, muchos padres invierten su tiempo en conservar un empleo o impulsar el patrimonio familiar a través de una pequeña empresa. Ese tiempo invertido en pos de los dictados de la economía de mercado, se le resta a la atención que requieren los niños de hoy en día.
Un niño con capacidades sobresalientes no representan ninguna dificultad para los padres; un niño con estas características, destaca por si solo en cada uno de los cursos a los que son inscritos. Pero uno o dos, no son la mayoría. Los niños con dificultades de aprendizajes se multiplican cada vez más por el aumento de los factores que impactan en la educación de estos pequeños.

Leer  Cómo ayudo a mi hijo a superar las dificultades de aprendizaje



Existen niños que cuando se levantan por la mañana, al menos uno de los padres ya se fue a buscar el sustento. Ese mismo niño tiene la desdicha que cuando alguno de los padres regresa del trabajo, él ya se encuentra dormido. Este hecho, que parece normal en la etapa económica que nos envuelve, acarrea en el niño, luego adolescente, un desequilibrio que él mismo buscara cómo sobrellevar. Esa búsqueda lo lleva a encontrarse con amigos distantes en la red, amiguitos que frecuenta en el ambiente escolar o hasta refugiarse en una que otra sustancia nociva. Cabe destacar que existen excepciones a la regla.
Esto es solo el principio. Si consideramos que un alumno presenta algún grado del Trastorno de Déficit de Atención (TDA), por falta de atención, propiamente, de parte de los miembros de la familia, la bola de nieve empieza a tomar dimensiones poco prometedoras para el futuro. Pero si a la desatención familiar se enfrenta con un caso de Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), la multiplicación de dificultades de aprendizaje es aún más notorio.
Cuando estas dificultades de aprendizaje (TDA y TDAH), se ven acompañados de dislexia, dislalia o discalculia, el avance escolar se ve seriamente frenado. Si consideramos además de esto, las afectaciones emocionales o psicológicas en los menores, aparecen otros problemas de aprendizaje severos. Muchos niños son más inteligentes de lo que parecen, pero un trauma, por muy pequeño que parezca, bloquea al menor y no existe una fórmula única para hacerlo avanzar en sus objetivos académicos. Los miedos, las fobias, los prejuicios, pocas veces detectables por los padres, generan dolor y sufrimiento en los chicos.


Muchas de las afectaciones que pueda tener un alumno y que frene su aprovechamiento académico, pueden ser superadas con acciones que los padres realicen desde casa. Como decirles que se les quiere o que se les ama, llenarlos de abrazos y besos, acostarlos por la noche. Platicar sobre sus necesidades personales, transmitirles confianza, seguridad, etc.
Asistir a reuniones escolares, platicar con los maestros y seguir las indicaciones de estos, es el principio de querer ayudar a nuestros hijos. Proveerles de materiales académicos, aclarar sus dudas y revisarles la tarea, le dice a los niños mucho de su interés por ellos. Motivarlos, animarlos, echarles porra, también se vale. Si después de hacer todo esto, su hijo presenta problemas de aprendizaje, busque ayuda profesional. Comience con los docentes que conviven con su hijo en la escuela, posteriormente con especialistas: pediatras, psicólogos, psicopedagogos, incluso puede darse el caso de tener que consultar a neurólogos.

viernes, 28 de agosto de 2015

¿Qué hacer si mi hijo tiene problemas de aprendizaje?

Por Joaquín Campos Galindo

Existen muchos factores que propician que un niño o niña tenga problemas de aprendizaje. Por lo tanto, no existe una o dos estrategias que faciliten superar estas dificultades académicas. En esta entrega les sugerimos algunas acciones que le ayudarán a comprender más a su hijo antes de considerarlo “un bueno para nada”.
En primer lugar, debe conocer a su hijo. Muchas veces el amor de padres nos impide ver ciertas realidades de nuestros hijos. Deberá recurrir a las personas que conviven con frecuencia con él o ella. Académicamente lo hacen los maestros de clases y compañeros de estudio. Pero también lo conocen los primos y amigos del vecindario. Los tíos y abuelos del niño lo llegan a ver también desde otra perspectiva.
En segundo lugar deberá acercarse a su hijo. Platicar con él. Muchos niños se quejan porque sus padres no están al tanto con ellos. Se sienten poco escuchados, desplazados y que no se interesan en ellos como persona. A veces estas situaciones paternales aminoran el rendimiento académico de los hijos. Darles esa atención antes que lo hagan los amigos o se refugien en algún mal hábito, es apenas el principio de muchos cambios en ellos.
 Las emociones cuentan mucho al momento de hacer las actividades académicas. Por ello, mantener un clima hogareño óptimo, es fantástico para los hijos. Las dificultades entre los esposos opacan mucho el rendimiento académico. Si el divorcio se llega a dar, los más lastimados son los hijos en más de una ocasión.
El ritmo de la vida actual, regido por la economía de mercado, motiva a los padres a atender las necesidades materiales del hogar, castigando en repetidas ocasiones las necesidades espirituales, psicológicas y emocionales de los pequeños. Muchos de los esfuerzos económicos que hacemos en favor de los hijos, muchas veces no lo comprenden como normalmente lo haría un adulto. Por eso es importante hacer planes para pasar tiempo de calidad con ellos.
Leer FALTARLE AL RESPETO A LOS LIBROS http://institutokng.blogspot.mx/2015/08/faltarle-al-respeto-los-libros.html 
Si después de convertir al hogar en un “pedacito de cielo”, se presentan dificultades de aprendizaje, los padres deberían ser los primeros interesados en documentarse con literatura especializada y conocer a cabalidad la causa neurológica, psicológica o emocional de las dificultades de aprendizaje. El padre siempre será padre igual que la madre lo será siempre. Los maestros son auxiliares pasajeros en la preparación académica de nuestros pimpollos.
Si después de todo esto, no hay mejoras significativas en el desempeño académico de los hijos, será importante realizar una consulta a un experto en la materia, que bien podría ser un psicólogo, un psicopedagogo o un pedagogo. Ellos podrán valorar a su pequeño y establecerán estrategias a seguir, junto con los padres y maestros del pequeño. De no ser así, deberán ser honestos y canalizar los casos que lo requieran a pediatras especializados o neurólogos, que sería en el último de los casos. 
Leer TRES ESTRATEGIAS PARA TRABAJAR CON NIÑOS QUE PRESENTAN RETRAZO MENTAL http://institutokng.blogspot.mx/2015/08/tres-estrategias-para-trabajar-con.html

martes, 25 de agosto de 2015

Tres estrategias para trabajar con niños que presentan retraso mental

Por Joaquín Campos Galindo

Padecer retraso mental, no impide que los niños tengan logros académicos, a pesar de los inconvenientes que ello represente. Muchos de estos niños aprenden a leer; eso es fabuloso. Por lo tanto, es importante que los padres, así como los maestros, no caigan en la desesperación. Cuantiosos niños con esta dificultad, siguen aprendiendo a lo largo de la vida, aunque aparenten lo contrario.
En las terapias de aprendizaje que desarrollo con un grupo multigrado de alumnos de primaria, atiendo entre ellos a un estudiante con retraso mental. Mis lecturas sobre el tema y mis observaciones en el trabajo que realizo con mi alumno, me han permitido establecer algunas estrategias de trabajo con niños con retraso mental leve, incluso moderado.

Primero: Generar un sinfín de experiencias de vida y académicas en derredor del menor. Estas experiencias incluyen viajes largos y cortos, dentro y fuera de la entidad donde viven. Caminatas en medio de la naturaleza: bosques, montañas, a las orillas de lagos o en la playa; recolectando flores, piedras, conchas; tomando fotografías o grabando vídeos para retroalimentar la salida al campo. Visitar museos, galerías, bibliotecas, ludotecas y talleres. Asistir a eventos culturales y deportivos. Estas experiencias, ya sea tarde o temprano los recordará.
Segundo: Impulsar en ellos el trabajo manual. Especialmente aquellos trabajos que tienen que ver con los quehaceres hogareños: como las tareas de la cocina, tanto en el aseo como en la preparación de alimentos; la limpieza de la casa y del patio; que aprendan sobre el orden que debe tener la ropa en el armario y los juguetes en sus espacios respectivos; lustrar los zapatos y colocarlos en su lugar. Hay tantas cosas que hacer en el hogar, que usted le pone límites a las necesidades que tenga en su hogar.
Además de las actividades propias de la economía doméstica, están las manualidades de tejido, bordado, pintura y reciclaje. Incluso el cuidado del jardín o cuidar de un huerto en casa, son tareas que fortalecerán las experiencias del menor. Existen dependencias gubernamentales y privadas que ofrecen talleres de diversa índole. Según la edad y las características del menor, se puede elegir uno de esos talleres, considerando al que no pueda poner en peligro la integridad del niño o niña. No es solo mantenerlos ocupados, es importante que aprendan un oficio, que si ello fuera necesario, bien podrían generar algunos ingresos personales.
Leer ¿DIESTRO O ZURDO? – Primera Parte http://institutokng.blogspot.mx/2015/07/diestro-o-zurdo.html
Tercero: Realizar lecturas. Todos los tipos de lecturas son bienvenidos. Cuentos, leyendas, fábulas, novelas, poesía, etc. Leerá poco, pero deberá hacerse con frecuencia. Generará en ellos un recuerdo que no olvidarán, en un momento dado recordarán lo que ha leído y reforzarán sus habilidades neurológicas. Las lecturas sobre la naturaleza (flora y fauna, terrestre y marina), las biografías de personalidades, relatos de lugares cercanos y distantes, historia regional y nacional, crearán un abanico de experiencias en el menor. Cada lectura, ya sea académica o recreativa, fortalecerá las conexiones sinápticas en el cerebro del pequeño.
La constancia y la perseverancia darán sus frutos en poco tiempo. Pero hacer de estas estrategias un hábito, los resultados serán permanentes.

sábado, 15 de agosto de 2015

FALTARLE AL RESPETO A LOS LIBROS

Por: Joaquín Campos Galindo

Recuerdo una bella colección de libros de historias que mi madre compró con muchos sacrificios. Mis hermanas y yo disfrutamos cada una de las historias de esa colección. Cada vez que ponía en nuestras manos un nuevo tomo, lo dedicaba a alguno de nosotros. Pero antes de entregar el tomo en nuestras manos, revisaba que la limpieza en esas manos. Debían estar impecables. “Los libros son para cuidarlos – nos decía. Nada de rayones, ni manchas de mugre.”
Trabajo Terapia de Aprendizaje con un niño cuyo maestro le impide subrayar los libros de textos, mucho menos hacer anotaciones en ellos. Cuando el niño tiene que presentar un resumen sobre algún capítulo de sus libros, el niño sufre porque me atrevo a pedirle que subraye las partes que debe considerar para su resumen.
Las veces que he tenido que devolver los libros prestados de la biblioteca, el responsable de la misma, revisa con mucho cuidado que no presente algún daño, mancha o tachadura sobre el libro. Nunca tuve que reponer libro alguno ni pagar alguna multa por ese concepto. Pero en más de una ocasión recibí alguna llamada de atención: “Los libros no son para hacer anotaciones en ellos”.
Cuando logro que alguien me preste un libro, tengo el cuidado de devolvérselo en buenas condiciones y sus ralladuras. Sin embargo, en más de una ocasión me atreví a subrayar algún párrafo o frase interesante de la obra. Muchos se molestaron.

Leer LOS DESACUERDOS FAMILIARES EN LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS http://institutokng.blogspot.mx/2015/07/los-desacuerdos-familiares-en-la.html

Me he cansado de darle un trato religioso a los libros. Mis experiencias del pasado, me han atado de mano para respetarlos. Ahora que puedo tener mis propios libros, los he conservado de la mejor manera, pero ya no puedo más. He decidido faltarles al respeto. Mis maestros, los bibliotecarios, mi madre, me han inculcado una reverencia a los libros. Les pido perdón a los románticos y conservadores, pero he decidido romper con esa tradición que me tiene apresado.
He decidido hacer anotaciones en los libros. Subrayar las ideas fantásticas que encuentre en ellos. Escribiré en un costado definiciones de las palabras que desconozco sus significados. Cuando encuentre alguna relación del contenido del libro, con otras lecturas o experiencias de vida, los anotaré. En los espacios que encuentre, trazaré esquemas visuales que me permitan representar el contenido de cada capítulo. Es más, voy a deshojar los libros y les anexaré hojas blancas si considero que necesito más espacios para mis anotaciones.

Leer NO LES HAGA LA TAREA http://institutokng.blogspot.mx/2015/01/no-les-haga-la-tarea.html
Leer DÉFICIT DE ATENCIÓN O DESATENCIÓN http://institutokng.blogspot.mx/2015/05/desatencion-o-deficit-de-atencion.html

Los libros son para ser estudiados, analizados, comprendidos, pero si les guardo respeto, nunca terminaré de beber sus hermosas enseñanzas. Considero que aprovecho aún más el contenido de los libros si les falto así, al respeto. No creo que ofenda a alguien. Invito a todos a faltarle al respeto a los libros si el propósito es asimilar mejor sus enseñanzas. 

jueves, 9 de julio de 2015

¿DIESTRO O ZURDO? - Segunda Parte

Por Joaquín Campos Galindo

Leer ¿DIESTRO O ZURDO? – Primera Parte http://institutokng.blogspot.mx/2015/07/diestro-o-zurdo.html
continuación ...

Llegó el periodo de exámenes del tercer bimestre durante la siguiente semana y los resultados fueron desalentadores. Me dirigí a su casa una tarde fría de marzo. Me recibió su padre, quien era maestro rural, en una escuela bilingüe tzotzil. Le informé la situación académica de su hijo y le notifique la inevitable reprobación de José Abel.
-          Como padre no me gustaría que eso sucediera. Aunque sé lo que implica enviarlo a la secundaria con sus empobrecidas habilidades académicas – fue la respuesta del padre.
Traté de refutar su decisión como padre y docente que él era.
-          No me niegue ese derecho que tengo, es mi hijo y correré el riesgo – me dijo.
-          He observado algo en su hijo y espero que usted me ayude a entenderlo – le expuse.
Con suma atención me permitió hablar sobre la situación.
-          Su hijo escribe con la mano derecha, pero he visto que las demás actividades las realiza como si fuera un niño con las habilidades de un zurdo. Lo puse a lanzar piedras y lo hizo con la mano izquierda. Cuando juega basquetbol lo hace como un zurdo. Mi abuelo es ambidiestro, entiendo de lo que se trata. En el caso de su hijo, ¿esto es así?
-          No – fue la respuesta. Mi hijo es un zurdo y no quise que se burlaran de él por ser así. Por lo tanto, cuando comenzó a ir a la escuela y a tomar el lápiz, yo le amarraba la mano izquierda y le obligué a tomar el lápiz con la mano derecha; por eso escribe con esa mano.
Me quedé mudo por un momento, no sabía que decir. Yo crecí en un lugar donde a los zurdos se les tiene en mucha estima por sus habilidades en los deportes. Tengo un tío zurdo, un primo zurdo, mi vecino es zurdo. Cuando contrataban juradores fuereños de béisbol para el equipo del lugar, contrabatan a un pícher zurdo, a un jardinero zurdo. Me contuve mucho, pero quería preguntarle a gritos al papá por que hizo eso, siendo que también él era docente, como le haría eso a su propio hijo.
Ahora entendía todo. Los hemisferios cerebrales el niño tenían serios conflictos. El niño había desarrollado complejos que no eran para él. Salí de aquella casa con muchas incógnitas, muchas más dudas que con las que llegué. Me presenté en aquel hogar para informarle la familia que su hijo repetiría el grado. Ahora me iba después de haber discutido con el padre. Le pregunté a cuantos de sus hijos les hizo lo mismo. A cuántos de sus alumnos le había amarrado la mano izquierda por ser zurdo. Me enojé tanto por lo que hizo que el padre se apenó.
-          Lo sé profesor, me dijo, pero el daño ya está hecho, por eso le pido que lo apruebe. Le doy mi palabra, que hare lo que esté a mi alcance para recuperar parte de lo que se ha perdido.
Mis estrategias cambiaron. Le busqué un pupitre para zurdos, aunque con frecuencia volvía a su antigua silla. Le puse ejercicios de caligrafía, pero le pedía que lo hiciera con la mano izquierda. Le enseñe a escribir con esa mano. Poco a poco tomó confianza y mejoró su letra, a diferencia de cómo lo hacía con la mano derecha. Comenzó a realizar mejores cuentas y a entender un poco lo que leía. El padre preguntaba por él con más frecuencia y yo indagaba si lo golpeaba, puesto que el niño cambió su disposición y actitud en clases. Ya no fue más un niño retraído o cohibido.
Cuando visité su hogar, cuando alguien hablaba con otro miembro de la familia, se decían o pedían cualquier cosa en tzotzil. La madre se mostró sometida y el padre controlador. Los niños escondidos tras la puerta, escuchaban con temor la charla con el papá. Pero ahora veía que el ánimo de José Abel era diferente. Él fue una víctima de las creencias de muchas personas. Que el ser zurdo es una maldición. Que es cosa del demonio. Si supieran que hemos creado un mundo al revés para ellos.

Si tiene un hijo(a) zurdo(a), no lo satanice. Un hijo zurdo es una bendición. Busque orientación, que le permita a usted favorecer su desarrollo y no estropeárselo. Platique con él sobre cómo le gustaría que se coloquen los muebles en su habitación o los cubiertos en la mesa. La orientación de la iluminación en los espacios de estudio, es diferente al de un niño derecho. El mouse del computador deberá activarlo distinto. Hay tantas cosas que hacer con un hijo zurdo, pero lo que no debe faltar, es su amor por él.

¿DIESTRO O ZURDO? - Primera Parte

Por Joaquín Campos Galindo

Su español tenía un acento diferente y con una pronunciación deficiente. El volumen de su voz contaba con pocos decibeles. Tenía que acercarme a él con frecuencia para poder oírle. También debía pedirle que repitiera lo que deseaba comunicar. A veces mezclaba palabras de su lengua madre con el español que hablaba. Es más, prefería guardar silencio cuando no podía articular las palabras correctas en español.
Llegó a ser alumno de mi clase de quinto grado a medio ciclo escolar, tras la renuncia repentina de la maestra de grupo. Mi clase se volvió un grupo binario, por atender cuarto y quinto grados al mismo tiempo, en la misma aula. No fue mi prioridad aquel niño de mirada taciturna. Estaba preocupado en encontrar las estrategias que me permitieran trabajar con ambos grupos en el mismo espacio.
La situación académica de este alumno, era preocupante. No reunía las características escolares mínimas para cursar el sexto grado. Si estuviera en mis manos decidir respecto a su promoción o no de grado, considero que si lo reprobaría. Sin embargo, las notas que registró la maestra que tuvo en la primera parte del ciclo escolar, no harían posible la repetición de grado.
Para sorpresa mía, el siguiente año escolar tuve la responsabilidad de atender a los alumnos del sexto grado. Me vi frente a él, y pensé en el trabajoso año que pasaría con él. Decidí hacerlo leer. Que leyera en silencio; que leyera en voz alta. Elaboré una serie de preguntas que respondería tras hacer sus lecturas. Mejoró muy poco, casi nada, en los rubros que deseaba que marcara diferencia en lo que le propuse.
No logré hacer que comprendiera los textos más sencillos que encontré. En mi desesperación por los pocos avances, lo puse a copiar lecturas. Textos cortos y largos; casi siempre se llevaba toda la mañana sin avances significativos. ¡Qué decir de su caligrafía! Era pésima. No lograba, por más esfuerzo que yo hacía, descifrar sus garabatos. Lo puse a realizar ejercicios caligráficos. Trate en vano de hacerle memorizar un poema. Intenté que algunos de sus compañeros le ayudaran, nada pudieron hacer. Busqué la manera que contara frente a la clase sus vivencias durante las vacaciones. No pronunció palabra alguna.
Se me acabaron las estrategias. Mi corta experiencia como docente me ató para llevar el caso ante otros compañeros, ante la dirección o compañeros de estudios. A veces los maestros nos enfrascamos en nuestras ideas, creencias y estrategias, cuando hay un mundo en derredor nuestro dispuesto a compartirnos sus herramientas. Este error de la novatez, el de suponer que nadie nos tenderá la mano o prejuiciarse con el qué dirán, se paga muy caro muchas veces.
Una mañana de invierno lo vi jugar basquetbol en el recreo. Me llamó mucho la atención la forma como lanzaba el balón. Pensé para mis adentros: sólo un niño zurdo podría hacer esos tiros o esos dribles. Yo no tenía en el salón a ningún niño zurdo. Todos escriben con su mano derecha, juzgué. Cuando concluyó el receso, esperé a la clase de pie junto a la puerta del salón. Una vez que todos estuvieron dentro, llamé a José Abel al patio.
Sobre el cerco de matorrales de la escuela, la que colindaba con un lote baldío, coloqué una botella de vidrio. Le pedí a él que tomara una piedra y se la tirara a aquella botella. Mis sospechas eran ciertas, tomo la piedra con su mano izquierda y la lanzó con una precisión envidiable al centro de la botella. Emocionado por el descubrimiento, coloqué una segunda botella sobre el cerco y le volví a pedir que repitiera su lanzamiento. Los pedazos de vidrio volaron en todas direcciones.
Comenzó un largo interrogatorio de mi parte hacia él. Obtuve pocas respuestas comprensibles y satisfactorias. Pero me quedó claro que aunque escribía con la derecha, todas las demás actividades lo hacía como un niño zurdo: amarrarse las agujetas, hacer un tiro al tablero, esquivar a un compañero mientras jugaban a las atrapadas, sacarle punta al lápiz, borrar sus garabatos en el cuaderno… un sinfín de cosas hacía de manera diferente a sus compañeros.

Para leer la segunda parte de la historia, dar clip en: http://institutokng.blogspot.mx/2015/07/diestro-o-zurdo-segunda-parte.html  

Llegó el periodo de exámenes del tercer bimestre durante la siguiente semana y los resultados fueron desalentadores. Me dirigí a su casa una tarde fría de marzo. Me recibió su padre, quien era maestro rural, en una escuela bilingüe tzotzil. Le informé la situación académica de su hijo y le notifique la inevitable reprobación de José Abel.